CABO CANAVERAL, Florida (AP) – La NASA conmemoró el 20 aniversario de la tragedia del transbordador espacial Columbia con sombrías ceremonias y recuerdos durante su homenaje anual a los astronautas caídos el jueves.
Más de 100 personas se reunieron bajo un cielo gris en el Centro Espacial Kennedy para recordar no sólo a los siete tripulantes del Columbia, sino también a los otros 18 astronautas muertos en acto de servicio. Más de la mitad de los nombres grabados en el granito negro del Space Mirror Memorial se deben a los dos accidentes de transbordador de la NASA; el resto se debe a accidentes aéreos.
Ninguno de los familiares de los astronautas del Columbia asistió a la ceremonia matinal. Pero Zvi Konikov, un rabino local, recordó cómo el primer astronauta israelí, Ilan Ramon, le preguntó antes del vuelo cómo observar el Sabbat durante dos semanas en órbita con múltiples puestas de sol al día.
“Ilan nos enseñó un poderoso mensaje. Por muy rápido que vayamos, por muy importante que sea nuestro trabajo, debemos hacer una pausa y pensar por qué estamos aquí en la Tierra, y eso es lo que estamos haciendo hoy. Hacemos una pausa para recordar la memoria de todas esas almas valientes”, dijo Konikov.
El Columbia quedó destruido durante la reentrada el 1 de febrero de 2003, después de que un trozo de espuma del depósito de combustible se desprendiera y perforara el ala izquierda durante el despegue 16 días antes. El transbordador se partió sobre Texas, a sólo 16 minutos del aterrizaje previsto en Florida.
Los responsables de la NASA ignoraron el impacto durante el vuelo a pesar de la preocupación de otros. Ese mismo tipo de error cultural condujo a la pérdida del transbordador Challenger durante el despegue el 28 de enero de 1986, matando a los siete que iban a bordo, incluida la profesora Christa McAuliffe.
El incendio de la plataforma de lanzamiento del Apolo 1 se cobró la vida de tres astronautas el 27 de enero de 1967.
Debido a la coincidencia de estas tres fechas, la NASA dedica el último jueves de enero a conmemorar a sus astronautas caídos. En los centros espaciales de todo el país, las banderas se bajaron a media asta y se celebraron ceremonias junto con charlas sobre seguridad en los vuelos espaciales.
Al igual que las tragedias anteriores de la NASA, la pérdida del Columbia era evitable, dijo el ex comandante del transbordador Bob Cabana, ahora administrador asociado de la NASA.
“Cuando miramos atrás, ¿por qué tenemos que seguir repitiendo las mismas duras lecciones?, No quiero tener que pasar nunca por otro Columbia”.
Además de Ramón, la última tripulación del Columbia incluía al comandante Rick Husband, el piloto Willie McCool, Michael Anderson, Kalpana Chawla, David Brown y Laurel Clark.
Una campana del barco repicó tras la lectura de cada uno de los 25 nombres mientras la ceremonia llegaba a su fin.
Bob y Diane Kalander interrumpieron su viaje en velero desde su casa en Jamestown, Rhode Island, hasta Key West, en Florida, para honrar a las tripulaciones perdidas del transbordador. Su hija y su novio se unieron a ellos en Kennedy.
“Está desapareciendo de la memoria de la gente”, dijo Diane Kalander. “Se ha dejado de prestar atención al espacio porque la gente dice: ‘Preocupémonos de los problemas de la Tierra y no del futuro’. Tenemos que mirar hacia el futuro”.