Alrededor de 100 personas murieron y cientos resultaron heridas en un ataque químico del ejército sirio en las afueras de Damasco, informó el domingo la red de noticias en idioma árabe, Sky News, citando fuentes médicas. Según fuentes de la oposición, el régimen de Bashar Assad usó cloro gaseoso, y posiblemente una especie de gas nervioso, en su extenso ataque contra Duma, el último suburbio rebelde de la región. Damasco niega informes y acusa a la organización Yeish al-Islam de «fabricar hechos para detener el avance del ejército sirio».
En las imágenes publicadas en las redes sociales, puede verse a niños con espuma saliendo de su boca, similar a las imágenes registradas después de los ataques químicos anteriores durante la guerra civil en el país. Según la oposición, el ejército sirio arrojó barriles explosivos con sustancias tóxicas y también golpeó un hospital. También se informó que familias enteras habían sido aniquiladas.
Los informes llegan un poco después del primer aniversario del ataque químico en Idlib, en el que más de 80 civiles fueron asesinados y otros cientos resultaron heridos después de ser alcanzados por gas nervioso. En respuesta, Estados Unidos atacó con docenas de misiles de crucero la base desde la cual se llevó a cabo el ataque aéreo.
Las fuerzas del régimen sirio entraron en la ciudad de Duma el lunes. El avance de las fuerzas fue posible gracias a fuertes ataques aéreos en la ciudad y después de que las conversaciones entre las partes en conflicto colapsaron. Un comandante de las fuerzas leales a Assad dijo que «las negociaciones terminaron en fracaso». Agregó que «una solución militar es la única solución en Duma». La ocupación de la Duma marcará la mayor victoria del presidente Bashar al-Asad sobre los rebeldes desde 2016, y fortalecerá su posición.
Miles de personas han abandonado Duma en convoyes hacia el norte en los últimos días, incluidos rebeldes y civiles heridos, pero Yeish al-Islam, con la excepción de sus hombres heridos, está atrincherado en sus posiciones. La organización rechazó consistentemente la propuesta de abandonar Duma para zonas cercanas a la frontera con Turquía, diciendo que era una política de transferencia forzosa de población por parte de Assad.
Las fuerzas del régimen respaldado por Rusia lanzaron su ofensiva en el este de Rota en febrero pasado. Fue uno de los ataques más brutales desde que comenzó la guerra civil en el país, matando a más de 1.600 civiles en áreas controladas por los rebeldes.