Siete miembros de las fuerzas pro-régimen en Siria murieron en un ataque perpetrado por el Estado Islámico cerca de la frontera con Irak. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reporta un incremento en los ataques de este grupo.
El ataque, ejecutado por individuos en motocicletas, tuvo lugar cerca de Boukamal, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Los atacantes abrieron fuego contra un puesto militar, resultando en la muerte de al menos siete combatientes pro-régimen.
Entre los fallecidos se encuentran tanto sirios como extranjeros. En lo que va del año, los ataques del Estado Islámico han causado la muerte de al menos 385 miembros de las fuerzas pro-régimen y 165 civiles.
Estas cifras reflejan un aumento en la actividad violenta del grupo terrorista en la región, a pesar de la proclamada derrota de su autoproclamado “califato” en 2019.
El Estado Islámico, que se alzó con el poder en partes de Siria e Irak en 2014, ha enfrentado sucesivas ofensivas en ambos países, con el apoyo de una coalición internacional antiyihadista.
Aunque su “califato” fue declarado derrotado en Siria en 2019, células yihadistas continúan operando en el país. El conflicto en Siria, que comenzó en 2011 tras la represión de las manifestaciones prodemocráticas, ha dejado un saldo de más de medio millón de muertos.
Más de doce años de enfrentamientos han dividido el país en diversas zonas de influencia. Actualmente, el régimen del presidente Bashar Assad, con el apoyo de aliados rusos e iraníes, ha recuperado el control de gran parte del territorio sirio. Sin embargo, la presencia de grupos terroristas como el Estado Islámico sigue representando un desafío significativo para la estabilidad de la región.