El martes, Turquía derribó un avión de combate sirio en la provincia siria de Idlib, lo que supuso el tercer incidente de este tipo en otros tantos días, ya que los constantes enfrentamientos entre los dos ejércitos nacionales parecían indicar una nueva etapa en la guerra de nueve años de duración.
El Ministerio de Defensa turco anunció en Twitter que el ejército turco derribó un avión de guerra L-39 perteneciente a las fuerzas del gobierno sirio. La televisión estatal siria informó de que las fuerzas turcas habían atacado un avión de guerra mientras realizaban operaciones contra “grupos terroristas” en la región de Idlib, controlada por los rebeldes. No quedó claro de inmediato lo que le ocurrió a la tripulación del avión.
Turquía ha enviado miles de tropas a Idlib para apoyar a los combatientes de la oposición que se encuentran allí, pero no ha sido capaz de hacer retroceder el avance del gobierno.
Erdogan ha dicho que espera conseguir un alto el fuego en Siria a finales de esta semana cuando se reúna con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú.
Pero la ofensiva respaldada por los rusos en la última zona del país en manos de los rebeldes ha dado lugar a enfrentamientos cada vez más frecuentes entre los ejércitos sirio y turco que han matado a docenas de personas en ambos bandos. También ha amenazado con el colapso de la cooperación turca con Moscú, uno de los principales patrocinadores del presidente sirio Bashar Assad.
Según el Ministerio de Defensa de Turquía, el lunes por la noche murió un soldado turco y otro resultó herido, lo que eleva a 55 el número de bajas turcas de este mes en los enfrentamientos con las fuerzas sirias respaldadas por Rusia. El número de muertos incluye 33 soldados turcos muertos el jueves en un solo ataque aéreo.
La ofensiva del gobierno también ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias de la guerra de Siria. Casi un millón de civiles sirios han huido hacia el norte, hacia la frontera sellada de Turquía, abrumando los campamentos ya abarrotados por encima de su capacidad.
Las tensiones en Idlib aumentaron tras el ataque sirio que mató a los 33 soldados turcos en Idlib. Turquía respondió con ataques con aviones no tripulados y bombardeos que causaron la muerte de más de 90 soldados sirios y hombres armados aliados. La fuerza aérea turca también derribó dos aviones de guerra sirios después de que las defensas aéreas de Siria derribaran uno de sus aviones teledirigidos. Los pilotos sirios se eyectaron con seguridad.
Indignado por el asalto a sus fuerzas en Siria, Turquía ha abierto sus fronteras occidentales a miles de migrantes y refugiados que quieren cruzar a Europa. Es el último intento de Ankara de presionar a la Unión Europea para que ayude a manejar las consecuencias de la desastrosa guerra de Siria.
Desde entonces, miles de migrantes han tratado de cruzar a Grecia por tierra y por mar. Las autoridades griegas han dejado claro que su lado de la frontera está cerrado y han recurrido a la detención de docenas de los que lograron encontrar un camino a través de la frontera.