La comunidad drusa de los Altos del Golán festeja el fin del régimen sirio, mientras enfrenta incertidumbre ante nuevos actores en la región.
La “valla de los gritos” y un cambio histórico en Siria
En los Altos del Golán, la valla fronteriza que divide Majdal Shams de Siria fue conocida durante años como la “valla de los gritos”. En este lugar, las familias separadas por la guerra intercambiaban noticias a gritos antes de que herramientas como WhatsApp y Zoom facilitaran la comunicación.
El lunes, un día después de la caída del régimen de Bashar al-Assad, una residente de Majdal Shams comentó en tono jocoso cómo las tecnologías han cambiado estas dinámicas. Sin revelar su nombre, señaló que esas prácticas pertenecen al pasado. Ahora, la noticia del fin de la dictadura ha movilizado a sirios en todo el mundo, quienes celebran en las calles.
En Majdal Shams, los drusos no han sido la excepción. La comunidad, ubicada en la estratégica meseta del Golán capturada por Israel en 1967 y anexada en 1981, organizó desfiles en señal de júbilo por el cambio en Siria.
Impacto del cambio político en las familias de los Altos del Golán
Las familias drusas de los Altos del Golán, que incluyen Majdal Shams y otras tres localidades —Ein Qiniyye, Mas’ade y Buq’ata—, llevan más de medio siglo separadas de sus parientes en Siria. Desde 1967, una zona de separación patrullada por la ONU ha limitado el contacto entre ambos lados, con un único punto de cruce.
A pesar de que Israel y Siria permanecen en estado de guerra, los aproximadamente 20.000 drusos residentes en los Altos del Golán ven en el cambio de régimen una esperanza de reconectar con sus familiares. Em Nasim Nabih, una mujer drusa, expresó que la caída de Assad es una “buena noticia”. Mientras hablaba cerca de la valla fronteriza, lucía el tradicional velo blanco druso, aunque sin cubrirse la boca.
El optimismo contrasta con los recientes episodios de violencia en la región. Hace menos de cinco meses, un ataque de Hezbolá dejó 12 menores muertos en un campo de fútbol. Este atentado, ocurrido el 27 de julio, fue el más letal desde que el grupo terrorista comenzó a atacar el norte de Israel en octubre de 2023.
Hechos clave sobre los recientes eventos en Siria e Israel
- El ataque de Hezbolá en julio fue el más mortífero desde el inicio de sus ofensivas en 2023.
- Más de 1.200 personas fueron asesinadas en Israel durante el ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre de 2023.
- la guerra entre Hezbolá e Israel concluyó el 27 de noviembre con un alto el fuego de 60 días.
- La caída de Assad genera incertidumbre por el papel de grupos como Hayat Tahrir al-Sham (HTS).
Incertidumbres ante la llegada de nuevos actores en Siria
El líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Abu Mohammed al-Golani, lanzó una ofensiva junto con otros grupos rebeldes, logrando capturar Damasco el domingo. Al-Golani, ahora conocido por su nombre real, Ahmed al-Sharaa, ha intentado tranquilizar a las minorías asegurando que no intervendrá en sus asuntos.
Sin embargo, persisten temores entre los sirios sobre la posibilidad de que HTS imponga un régimen islamista draconiano, dada su asociación previa con Al Qaeda. En Alepo, capturada por los rebeldes hace una semana, hasta el momento no se han reportado represalias, aunque la desconfianza hacia al-Golani es evidente en algunas comunidades.
Los drusos, una secta mística que se separó del islam chiita en el siglo XI, son considerados heréticos por sectores del islam sunita. Debido a ello, han sido blancos frecuentes de ataques por parte de grupos radicales islámicos. Algunos residentes de Majdal Shams han expresado inquietud por el posible conflicto entre los drusos y el liderazgo de al-Golani.
El arraigo druso frente a los dilemas políticos
Ante preguntas sobre la soberanía de los Altos del Golán, Em Nasim Nabih evitó posicionarse políticamente. Comentó que su conexión con la región es espiritual y ancestral, resaltando el apego a la tierra más allá de los gobiernos que la administran. “Nunca salimos de nuestras casas cuando la zona pasó de Siria a Israel. Estamos aquí”, afirmó Nabih.
Además, expresó su esperanza de que el nuevo gobierno sirio tenga en cuenta las necesidades de las personas. Esta expectativa contrasta con la tensión que ha marcado la vida en Majdal Shams durante las últimas décadas.
Con el futuro del régimen sirio aún incierto, los drusos de los Altos del Golán mantienen la esperanza de una apertura que permita reconectar con sus raíces y familiares más allá de la frontera.
La dualidad en la vida diaria de Majdal Shams
Enclavada en un borde del monte Hermón, también conocido como Jabal al-Sheik, la calle principal de Majdal Shams combina un aire de pueblo montañoso con detalles cosmopolitas. Entre cafeterías de lujo, tiendas de ropa y el aroma de estufas de leña, el ambiente refleja una mezcla de tradiciones y modernidad.
La plaza principal de la ciudad, que en su momento exhibió banderas negras de luto por un ataque de Hezbolá, ahora ondea una gran bandera de la oposición siria, marcando un cambio significativo. Este giro político ha traído un renovado sentimiento de orgullo entre los drusos, quienes durante años solo habían conocido desesperanza debido a la guerra civil en Siria.
Sin embargo, la caída de Bashar al-Assad también ha suscitado preguntas complejas sobre la identidad y lealtad de la comunidad. Muchos drusos de los Altos del Golán se identifican como “golanis” y, a diferencia de otros 150.000 drusos en Israel, no poseen ciudadanía israelí ni sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Relaciones ambivalentes entre los drusos y Siria
Los “golanis” mantienen una relación ambigua con Israel y un lazo emocional con Siria, un país que algunos jamás han visitado, pero que consideran su hogar. Este vínculo fue evidente durante las reflexiones de Wassim Safadi, un camarógrafo originario de Majdal Shams, quien observó a los soldados israelíes frente a las colinas sirias.
Tras la caída del régimen de Assad, las Fuerzas de Defensa de Israel tomaron el control de la zona de contención en el norte de los Altos del Golán sin encontrar resistencia, según el ejército, para prevenir ataques hacia Israel. Safadi, por su parte, expresó enojo por el trato que reciben los drusos de Israel: “Pagamos impuestos aquí, pero nos tratan como ciudadanos de tercera clase”.
Aspectos clave sobre la identidad drusa en los Altos del Golán
- Los drusos de los Altos del Golán son residentes permanentes, con acceso a servicios sociales en Israel.
- Muchos no aceptan la ciudadanía israelí por miedo a represalias o acusaciones de traición en Siria.
- En 2022, hubo un aumento en las solicitudes de ciudadanía israelí debido a la guerra en Siria.
- Las autoridades israelíes promueven un nuevo plan educativo para abordar la historia drusa y su relación con el Estado de Israel.
Perspectivas mixtas sobre el futuro de la comunidad drusa
Linda Hassan, comerciante de productos locales como escobas hechas de ramitas y especialidades drusas, refleja el sentimiento generalizado de la comunidad. “Estamos contentos por lo que ha ocurrido en Siria, pero también tenemos miedo”, comentó. Este temor se debe a la incertidumbre que acompaña cualquier transición política en la región.
En Israel, los drusos de los Altos del Golán disfrutan de beneficios como la libertad de movimiento y acceso a servicios básicos. No obstante, Hassan explicó que uno de los principales impedimentos para unirse al ejército israelí es la posibilidad de luchar contra sus propios familiares en Siria. “Nuestra vida aquí es buena”, aseguró, “pero nuestros corazones están con Siria”.
A pesar de esto, el contexto político ha llevado a algunos drusos a considerar la ciudadanía israelí. Sin embargo, la mayoría prefiere mantener su estatus de residencia permanente, en parte por temor a que una eventual devolución del territorio a Siria pueda acarrear represalias.
El sueño de visitar Siria entre los jóvenes drusos
En la tienda de ropa de Kinana Ibrahim, una joven de 22 años, los dilemas de identidad están presentes. Rodeada de jeans de marca y gorras de moda, Kinana expresó su deseo de visitar Siria, un país del que ha oído hablar, pero nunca ha conocido. “Nací en Israel, pero soy siria de corazón”, afirmó.
Para Kinana y otros jóvenes de Majdal Shams, Siria representa tanto un ideal como una incertidumbre. Mientras algunos sueñan con devolver el territorio a Siria, otros evitan hablar del tema, reflejando la división en una comunidad que busca mantener su arraigo cultural en medio de tensiones políticas y territoriales.
El futuro de los drusos del Golán permanece en una encrucijada, entre la identidad histórica, la convivencia actual y las aspiraciones hacia un cambio político que les permita mantener sus vínculos familiares y culturales a ambos lados de la frontera.