Estados Unidos no tiene planes de “normalizar o mejorar” las relaciones diplomáticas con el régimen del dictador sirio Bashar Assad ni alienta a otros a hacerlo, dijo el miércoles un portavoz del Departamento de Estado.
Los comentarios se produjeron en respuesta a las preguntas de Reuters sobre si Washington estaba alentando y apoyando un acercamiento entre Jordania y Siria después de que Jordania reabriera completamente su principal paso fronterizo con Siria el miércoles.
La medida tenía por objeto impulsar las economías en dificultades de ambos países y reforzar el impulso de los Estados árabes para reintegrar a Siria después de haberla rechazado durante su guerra civil.
“Estados Unidos no normalizará ni mejorará sus relaciones diplomáticas con el régimen de Assad ni alentará a otros a hacerlo, dadas las atrocidades infligidas por el régimen de Assad al pueblo sirio”, dijo un portavoz del Departamento de Estado en un correo electrónico. “Assad no ha recuperado ninguna legitimidad a nuestros ojos, y no es cuestión de que Estados Unidos normalice las relaciones con su gobierno en este momento”.
Fue uno de los comentarios más fuertes hasta la fecha sobre Siria de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, cuya política sobre Siria se ha centrado en gran medida en garantizar la derrota permanente del grupo Estado Islámico y en proporcionar ayuda humanitaria a la población siria.
Estados Unidos suspendió su presencia diplomática en Siria en 2012.
Bajo el mandato del entonces presidente estadounidense, Donald Trump, Washington impuso el pasado mes de junio las sanciones más amplias de su historia contra Assad y su círculo más cercano, con el fin de reducir los ingresos de su gobierno, en un intento de obligarle a volver a las negociaciones lideradas por las Naciones Unidas y a negociar el fin de la guerra que dura ya una década en el país.
Los Estados árabes cortaron sus lazos con Siria durante la guerra civil, en la que, según Naciones Unidas, murieron al menos 350.000 personas, y los Estados árabes aliados de Estados Unidos, incluidos los grupos de la oposición respaldados por Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, lucharon contra Assad.
Los Emiratos Árabes Unidos y Siria restablecieron sus lazos diplomáticos en 2018.
Los ministros de Exteriores egipcio y sirio se reunieron el viernes al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en lo que, según los medios egipcios, fue el primer encuentro a ese nivel desde hace aproximadamente una década.
Funcionarios de Jordania, aliado de Estados Unidos, y de Líbano han instado a Washington a suavizar las sanciones a Siria.
“Creemos que la estabilidad en Siria, y en la región en general, solo puede lograrse a través de un proceso político que represente la voluntad de todos los sirios y estamos comprometidos a trabajar con los aliados, los socios y la ONU para garantizar que una solución política duradera siga estando al alcance”, dijo el portavoz del Departamento de Estado.
Assad ha recuperado la mayor parte de Siria, pero algunas zonas siguen fuera de su control. Las fuerzas turcas están desplegadas en gran parte del norte y el noroeste, el último bastión rebelde, y las fuerzas estadounidenses están estacionadas en el este y el noreste, controlados por los kurdos.