Francia exigió el viernes el cese inmediato de los combates en la ciudad siria de Idlib, y el Ministerio de Asuntos Exteriores francés añadió que condenaba en particular los ataques aéreos contra los campos de refugiados.
Durante la última semana, el ejército sirio ha avanzado hacia la ciudad de Khan Sheikhoun en Idlib en un movimiento de tenaza que podría rodear la parte sur del enclave rebelde.
Las Naciones Unidas y los organismos de ayuda han advertido de una nueva catástrofe humanitaria en el noroeste de Siria. El presidente sirio Bashar al-Assad ha logrado retomar la mayor parte del país, aplastando los enclaves rebeldes de las principales ciudades y expulsándolos del sur.
Las fuerzas de Assad y sus aliados están a pocos kilómetros del bastión rebelde de Khan Sheikhoun, blanco de un ataque con armas químicas en 2017 y de importancia estratégica por ser la puerta de entrada a la provincia de Idlib, el último reducto de los opositores en Siria.
Una fuente militar siria aseguró a EFE que las tropas se hicieron este jueves con el control de cuatro pueblos en su avance desde el oeste hacia la localidad de Khan Sheikhoun, de la que se encuentran a tan solo 1.5 kilómetros.
La fuente agregó que las tropas gubernamentales están progresando con el apoyo de la aviación siria y la de su principal aliado, Rusia, que han efectuado bombardeos contra posiciones de las facciones armadas opositoras en la zona.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los aviones de combate sirios y rusos han lanzado decenas de bombardeos sobre Khan Sheikhoun y otras localidades del sur de Idlib, y algunas zonas del norte de la vecina provincia de Hama, mientras han disparado centenares de cohetes de artillería a lo largo de este jueves.
El Ejército sirio suele llevar a cabo una dura y prolongada campaña de bombardeos, que provocan destrucción y la huida de los civiles, antes de avanzar por tierra sobre las poblaciones controladas por sus enemigos, que no cuentan con aviación.