La policía militar rusa ha tomado el control de una base cerca de la ciudad siria de Raqqa que estaba controlada por las fuerzas estadounidenses hasta hace unos días, informó el jueves la agencia de noticias TASS.
Las fuerzas rusas entraron en la cercana ciudad de Raqqa, la antigua capital de facto del califato del Estado Islámico, a principios de este mes mientras Moscú se apresuraba a llenar el vacío creado por la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirar las tropas del norte de Siria.
La base, una antigua escuela en el pueblo de Tal Samin, está en una zona estratégica en un cruce que une la ciudad de Raqqa con el centro de Siria y sus regiones del norte, dijo la agencia de noticias estatal.
Citó a Arman Mambetov, un policía militar ruso, diciendo que él y sus colegas comenzarán a patrullar los alrededores a partir del jueves.
El canal de televisión Zvezda del Ministerio de Defensa ruso mostró a dos policías militares rusos izando la bandera rusa en la base y a una columna de vehículos de la policía militar rusa entrando.
Tropas de Estados Unidos y Rusia se enfrentaron en Tell Tamer, en el noreste de Siria, el miércoles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés).
Las fuerzas rusas estuvieron presentes en el área al mismo tiempo que las tropas estadounidenses y cuando las dos partes se reunieron se convirtió en una pelea a puñetazos, “debido a su presencia en la misma zona”, según el SOHR.
Las tropas de Estados Unidos se encontraban en la zona con un intérprete para conocer las opiniones de los residentes locales. Según el SOHR, toda la gente calificó a las fuerzas estadounidenses de traidoras.
Tell Tamer fue una de las ciudades de las que se retiraron las tropas de Estados Unidos tras una decisión del presidente Donald Trump. Las tropas sirias entraron en la ciudad después de que el gobierno sirio llegó a un acuerdo con las fuerzas dirigidas por los kurdos que controlan la región para desplegarse en la zona para contrarrestar un ataque de Turquía. Los residentes de la comunidad cristiana de Tell Tamer están amenazados por las milicias sirias apoyadas por Turquía que causaron que muchos cristianos huyeran de los pueblos cerca de la frontera turca después de la retirada de los Estados Unidos.
Desde el estallido de la sangrienta guerra civil en Siria en 2011, los ataques del régimen de Assad y de Rusia mataron a casi 1.000 trabajadores humanitarios, según un informe de un organismo de control de los derechos humanos sirio, el miércoles.