BEIRUT, Líbano – El conflicto en Siria causó la muerte de 3.746 personas en 2021, según dijo un observador el miércoles, una cifra significativamente menor que la de 2020, que ya había registrado el número más bajo de víctimas mortales de esta guerra de una década.
Según las cifras recopiladas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 1.505 de ellas eran civiles y entre ellas 360 eran niños.
La cifra es, con mucho, el recuento más bajo desde el inicio de la guerra en Siria y confirma una tendencia a la baja en la que murieron 6.800 personas el año pasado y algo más de 10.000 en 2019.
El Observatorio, una ONG con sede en el Reino Unido pero con una red de fuentes en todas las regiones de Siria, dijo que 297 personas murieron en 2021 por minas terrestres y diversos restos explosivos.
El Monitor de Minas Terrestres dijo en noviembre que Siria había superado a Afganistán como el país con el mayor número de víctimas registradas por minas terrestres y restos explosivos de guerra.
Los combates, que estallaron en 2011 tras la brutal represión de las protestas antigubernamentales, han disminuido en los últimos dos años.
Las fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia siguen atacando esporádicamente objetivos en el enclave rebelde de Idlib, en el noroeste del país, pero el acuerdo de alto el fuego se ha mantenido en gran medida.
Los terroristas del grupo Estado Islámico que pasaron a la clandestinidad después de que su “califato” fuera aplastado en 2019 también han llevado a cabo mortíferos ataques de atropello en el este de Siria.
La guerra en Siria ha matado a cerca de medio millón de personas y ha provocado el mayor desplazamiento inducido por el conflicto desde la Segunda Guerra Mundial.