Las raras protestas contra el gobierno del presidente sirio Bashar Assad no mostraban signos de remitir el viernes, con manifestaciones registradas en varias ciudades de las provincias de Daraa y Sweida.
Las protestas comenzaron a finales de la semana pasada, después de que el gobierno pusiera fin a las subvenciones a los combustibles, lo que supuso un duro golpe para los sirios, que sufrían años de guerra y crisis económica.
En Bosra al-Sham, ciudad de la provincia de Daraa, decenas de personas se manifestaron pidiendo abiertamente el fin del gobierno de Assad.
“Hemos salido a las calles en Bosra al-Sham para confirmar nuestra continuación de la revolución siria y las demandas que nos trajeron aquí en 2011”, dijo el activista Ahmad Mekdad al margen de la protesta.
La provincia de Daraa, fronteriza con Israel, fue la cuna del levantamiento de 2011, que Assad reprimió sangrientamente, desencadenando más de una década de guerra civil que ha matado a más de 500.000 personas y expulsado de sus hogares a millones más.
Los manifestantes portaban pancartas en las que se leía: “¡Marchaos! Queremos vivir” y: “El silencio hoy significa que el tirano continúa”.
“No daremos marcha atrás en nuestras demandas de libertad, dignidad y una Siria unida”, declaró Mekdad a la AFP.
Activistas de la Oficina de Documentación de los Mártires de Daraa dijeron que también se celebraron protestas similares en al menos otros ocho lugares de la provincia.
Daraa volvió al control del gobierno en 2018 en virtud de un acuerdo mediado por Rusia con combatientes rebeldes. Desde entonces se ha visto asolada por la inseguridad, la violencia y las terribles condiciones de vida.
El grupo de monitoreo con sede en Gran Bretaña, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, informó de protestas en múltiples ciudades de la provincia de Daraa el viernes.
Siria es nuestra
En la vecina Sweida, cientos de personas se concentraron en la capital provincial en la mayor manifestación desde que comenzaron las protestas la semana pasada, según el Observatorio.
Los manifestantes revivieron consignas de las protestas de la Primavera Árabe de 2011, entre ellas: “El pueblo quiere la caída del régimen”, y: “Siria es nuestra y no de la familia Assad”, mostraron imágenes publicadas por el medio de noticias Suwayda24.
Sweida es el corazón de la minoría drusa de Siria y se ha librado de lo peor de la violencia entre el gobierno alauita de Assad y los rebeldes mayoritariamente musulmanes suníes.
A cambio del apoyo tácito del gobierno, los drusos obtuvieron exenciones del servicio militar fuera de Sweida, y los servicios de seguridad sirios tienen una presencia limitada en la provincia.
En el pasado, Sweida ha sido escenario de manifestaciones esporádicas por las condiciones de vida. En diciembre, un manifestante y un policía murieron cuando las fuerzas de seguridad disolvieron una manifestación en la capital provincial.