Los rebeldes sirios, liderados por HTS, tomaron Alepo rápidamente, sorprendiendo al régimen de Assad. Este avance se vincula a los recientes conflictos en la región.
Detalles del avance rebelde en Siria
- Rebeldes sirios avanzan en Alepo tras intensificación de combates
- El contexto regional favorece la ofensiva rebelde en Siria
- Un análisis profundo marca el avance de los rebeldes en Alepo
- La caída de Assad afectaría al “Eje de la Resistencia” y a Israel
- Posibles riesgos tras la caída del régimen sirio para la región
- El avance rebelde refleja la erosión de la influencia iraní
Rebeldes sirios avanzan en Alepo tras intensificación de combates
La semana pasada, los rebeldes sirios, encabezados por el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), lograron tomar la ciudad de Alepo en un lapso de tan solo 72 horas. Este avance resultó sorpresivo tanto para el régimen de Bashar al-Assad como para los observadores internacionales, que no anticipaban tal resultado después de un largo período de estancamiento estratégico en la región.
El aumento de enfrentamientos en el noroeste de Siria entre las fuerzas gubernamentales y los grupos opositores había generado tensiones crecientes, dejando a su paso víctimas civiles. Estos combates fueron interpretados por los rebeldes como una violación del acuerdo de alto el fuego firmado en 2019 entre Rusia, aliado del régimen, y Turquía, que respalda a algunas facciones rebeldes de la zona.
Con una preparación extensiva en los últimos años, HTS ha reforzado su capacidad militar para operaciones como la que acabaron de llevar a cabo. Según el experto en Siria Charles Lister, del Middle East Institute, “el grupo ha creado una academia militar dirigida por desertores del ejército sirio, y su brazo armado ha sido transformado en una fuerza convencional”. Además, han establecido unidades especializadas en incursiones detrás de las líneas enemigas y operaciones nocturnas.
Este avance rebelde también se ve influido por las recientes operaciones de Israel contra Hezbolá e Irán, que desde octubre han debilitado las milicias chiítas que respaldan al régimen de Assad. Según Carmit Valensi, director del Programa Arena Norte del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, “el momento no es casual”, destacando que los rebeldes aprovecharon la vulnerabilidad del Eje de la Resistencia tras los ataques israelíes.
El contexto regional favorece la ofensiva rebelde en Siria
Desde el 8 de octubre de 2023, los ataques israelíes han afectado seriamente a las milicias chiítas que apoyan al gobierno de Assad. Muchos de estos combatientes, apoyados por Irán y Hezbolá, fueron trasladados desde Siria a Líbano para enfrentar los ataques israelíes allí. Estos desplazamientos, junto con las bajas sufridas por bombardeos israelíes, han debilitado la capacidad de combate de las milicias.
El ataque aéreo israelí del 26 de octubre contra instalaciones iraníes en Siria también influyó en el panorama, ya que Irán sufrió una pérdida significativa de su capacidad de disuasión. Esta ofensiva israelí fue en represalia por un lanzamiento de misiles desde Siria hacia Israel.
La situación se agrava para el régimen de Assad, ya que su principal aliado, Rusia, se encuentra cada vez más comprometido en la guerra en Ucrania, lo que ha mermado su capacidad de apoyo militar y estratégico en Siria. Además, la posible llegada de una administración Trump podría incrementar las sanciones y presiones económicas sobre Irán, afectando aún más la estabilidad del régimen.
Un comandante rebelde, entrevistado por el Canal 12 de Israel, destacó la conexión entre el avance rebelde y los éxitos recientes de Israel contra Hezbolá e Irán, subrayando cómo estos factores externos contribuyeron a la ofensiva en Alepo.
Un análisis profundo marca el avance de los rebeldes en Alepo
Un oficial rebelde explicó que la captura de Alepo fue resultado de un análisis detallado sobre el acuerdo de alto el fuego con Hezbolá. En sus palabras, “hemos comprendido que ha llegado el momento de liberar nuestras tierras”. Agregó que esta operación tenía como objetivo evitar que Hezbolá y los iraníes se instalaran en la región. “Esta operación era crucial”, aseguró el comandante rebelde, “no permitiremos que Hezbolá luche en nuestras zonas ni que los iraníes se instalen allí”.
El objetivo final de los rebeldes es derrocar el régimen de Bashar al-Assad y establecer un gobierno que mantenga buenas relaciones con todos los países vecinos, incluido Israel. Sin embargo, aunque este avance es significativo, se considera que no será suficiente para cambiar el régimen sin el apoyo de otros grupos, especialmente los del sur de Siria.
Aunque la ofensiva ha logrado cierto éxito, no se garantiza que continúe sin la cooperación de facciones de la oposición que no lograron unificar sus esfuerzos en los momentos clave de la guerra civil, hace casi una década. Como señaló Carmit Valensi, “si Irán, Rusia y Hezbolá perciben una amenaza real, podrían redoblar sus esfuerzos para mantener el control en la región”, lo que podría alterar el curso de los eventos rápidamente.
La caída de Assad afectaría al “Eje de la Resistencia” y a Israel
Para Israel, la caída del régimen de Assad representaría un golpe significativo para el Eje de la Resistencia, especialmente en un momento en el que el país se centra en evitar el abastecimiento de armas a Hezbolá, cuyo suministro transita principalmente por Siria. No obstante, un alto funcionario israelí prefirió no comentar sobre el avance rebelde, señalando simplemente que “Israel está prestando mucha atención todo el tiempo a lo que sucede en Siria y está preparado para cualquier escenario”.
El derrocamiento de Assad, sin embargo, podría generar caos en Siria, lo que traería consigo riesgos no solo para la estabilidad interna del país, sino también para la región en general. Según Valensi, “la caída del régimen podría generar caos y no está claro quién gobernaría allí”. Además, el caos podría dificultar las negociaciones futuras y poner en riesgo la seguridad en la región.
Posibles riesgos tras la caída del régimen sirio para la región
Si bien la caída de Assad podría suponer un avance para algunos actores regionales, también acarrearía consecuencias inciertas para la gobernanza en Siria. Tal situación dejaría un vacío de poder que podría desembocar en un desorden generalizado, sin una dirección clara que pudiera mantener relaciones estables con otros países, incluidos los vecinos cercanos como Israel.
Israel, en particular, podría intervenir solo si se presentara una amenaza directa sobre sus intereses, como el riesgo de que las armas químicas de Siria cayeran en manos equivocadas o si los Altos del Golán estuvieran en peligro. En ese caso, las intervenciones militares israelíes serían más probables y justificadas, aunque se evitaría una acción directa a menos que la situación se descontrolara.
El avance rebelde refleja la erosión de la influencia iraní
El éxito de la ofensiva rebelde destaca una erosión de la influencia iraní en la región. Durante años, Irán ha sido una de las fuerzas más agresivas en Siria, con el respaldo de grupos como Hezbolá, lo que generó temor entre los estados del Golfo. Este panorama obligó a varios de ellos a entablar conversaciones diplomáticas con Teherán para reducir las tensiones.
El ataque masivo de Hamás el 7 de octubre, que buscaba generar violencia contra Israel desde el “eje iraní”, puede haber sido un factor que llevó a Israel a tomar una ofensiva estratégica contra Irán. Esta escalada podría haber provocado una ola de violencia en Teherán, posiblemente impulsada por el mismo grupo que inicialmente fue respaldado por Irán.