El lunes, el embajador de Rusia en Siria, Alexander Yefimov, condenó a Israel por sus presuntos ataques en Siria, el último de los cuales, según se informó, mató a más de 20 oficiales militares sirios e iraníes.
“Los ataques israelíes son, por supuesto, provocativos y muy peligrosos para la situación en Siria”, dijo Yefimov en una entrevista con el Sputnik árabe, según una traducción al inglés del sitio de noticias sirio Al-Masdar. “Los misiles [israelíes] están cayendo no solo en las zonas fronterizas con Israel, sino que también alcanzan zonas profundas de Siria, en la parte oriental del país e incluso en zonas residenciales de Damasco. Es lamentable que los civiles se conviertan en víctimas de estas incursiones”.
Haciéndose eco de la acusación del Ministerio de Defensa de Moscú, Yefimov dijo: “Un flagrante incidente ocurrió durante el ataque israelí en la noche del 6 de febrero, cuando un avión que transportaba unos 172 pasajeros quedó bajo el fuego de la defensa aérea siria durante la respuesta. Es bueno que hayan podido redirigirlo a la Base Aérea de Hmeimim en el momento oportuno.
“Además de la clara violación de la soberanía siria y la amenaza real a la vida de personas inocentes, todo esto aumenta la posibilidad de un conflicto sobre Siria y va en contra de los esfuerzos por lograr la estabilidad y un acuerdo político”, añadió.
Israel no ha admitido específicamente haber llevado a cabo los ataques contra varios objetivos cerca de Damasco en las horas previas al amanecer del jueves por la mañana, en los que murieron 23 combatientes.
Pero los medios de comunicación del Estado sirio culparon a Israel, y durante el fin de semana el Ministro de Defensa israelí Naftali Bennett aparentemente confirmó que el ataque era israelí, diciendo que el Estado judío había llevado a cabo un ataque en la última semana y señalando: “Los medios extranjeros informaron esta semana que 23 sirios e iraníes fueron asesinados allí. Esas son grandes cantidades y haremos más y más”.
Israel y Rusia han coordinado sus esfuerzos militares en Siria en los últimos años, a fin de evitar fricciones y conflictos accidentales. Por lo general, los funcionarios israelíes no discuten el alcance total de esa coordinación, pero subrayan que el ejército israelí no pide permiso a Rusia antes de llevar a cabo las operaciones.
Moscú acusó a las Fuerzas de Defensa de Israel de utilizar el avión civil como escudo durante su ataque del jueves.
El ejército ruso dijo que un Airbus-320 civil con 172 pasajeros a bordo intentaba aterrizar en el aeropuerto de Damasco durante los supuestos ataques israelíes, pero que en cambio fue obligado a aterrizar en la base aérea rusa de Hmeimim.
Los datos de vuelo del momento aproximado del ataque indicaban que el avión era operado por la aerolínea siria Cham Wings. El avión estuvo a punto de ser alcanzado por las defensas aéreas sirias durante el ataque, según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
“Sólo gracias a las rápidas acciones de los despachadores en el aeropuerto de Damasco y al eficaz trabajo del sistema automatizado de vigilancia del tráfico aéreo, el Airbus-320 fue escoltado desde la zona de peligro y asistido en el aterrizaje con éxito en un aeródromo de la base aérea rusa de Hmeimim”, dijo, según TASS.
Konashenkov denunció que lo que dijo se estaba convirtiendo en una “práctica típica” de Israel de utilizar aviones civiles como “escudo” contra las defensas aéreas sirias, al parecer refiriéndose a un caso ocurrido en 2018, cuando los militares sirios derribaron un avión espía ruso mientras respondían a un ataque israelí sobre el espacio aéreo sirio.
Rusia declaró posteriormente que Israel era responsable de ese incidente, en el que murieron 15 miembros de la tripulación, y dijo que los aviones de la Fuerza Aérea israelí utilizaron el avión ruso como escudo. En ese caso, el ejército israelí negó rotundamente la acusación de que los aviones de las FDI hubieran utilizado el avión espía como escudo, y los analistas de la defensa también pusieron en duda la viabilidad de esa maniobra. Sin embargo, el incidente provocó una importante disputa diplomática entre Moscú y Jerusalén.
Según la agencia de noticias estatal siria SANA, los ataques del jueves tuvieron como objetivo el distrito de al-Kiswah, una zona a las afueras de Damasco que Israel ha reconocido haber atacado en el pasado debido a su uso como base de operaciones iraní, así como Marj al-Sultan y Jisr Baghdad.
En total, se atacaron al menos tres posiciones gubernamentales e iraníes cerca de Damasco y al oeste de la capital, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Israel ha mantenido durante mucho tiempo que no tolerará los esfuerzos del Irán, un importante aliado del dictador sirio Bashar Assad, para establecer una presencia militar permanente en Siria y que tomaría medidas para frustrar ese atrincheramiento. Israel acusa al Irán de tratar de establecer una presencia militar en Siria que podría utilizarse como plataforma de lanzamiento de ataques contra el Estado judío.
Aunque los funcionarios israelíes generalmente se abstienen de asumir la responsabilidad de ataques específicos en Siria, han reconocido haber realizado cientos o miles de incursiones en el país desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011.