Rusia está considerando una serie de proyectos comerciales importantes en Siria, dijo el martes un alto funcionario ruso. Algunos de ellos podrían aumentar potencialmente la influencia de Irán en el país.
El viceprimer ministro Yuri Borisov dijo después de reunirse con el presidente sirio Bashar Assad en Damasco que Rusia gastará 500 millones de dólares para modernizar el puerto comercial de Tartus en Siria.
Borisov dijo en declaraciones de las agencias de noticias rusas que el programa de modernización de cuatro años prevé una revisión del viejo puerto de Tartus y la construcción de uno nuevo.
Añadió que también hay un plan para construir un ferrocarril a través de Siria e Irak que unirá la costa mediterránea de Siria con el Golfo Pérsico.
Israel está profundamente preocupado por la posibilidad de que Irán envíe armamento avanzado a su representante libanés, el grupo terrorista Hezbolá, que tiene una presencia significativa en Siria. El Estado judío ha llevado a cabo decenas de ataques aéreos en Siria en los últimos años, muchos de los cuales se cree que fueron dirigidos contra cargamentos de armas iraníes con destino a Hezbolá. Las Fuerzas de Defensa de Israel también han interceptado varios barcos que llevaban armas desde Irán hasta Tartus.

Israel considera que Hezbolá es su amenaza más inmediata, al decir que el grupo ha acumulado un arsenal de unos 130.000 cohetes y misiles capaces de golpear prácticamente en cualquier lugar de Israel. Más recientemente, ha acusado al grupo de intentar importar o desarrollar misiles guiados.
Tanto el ferrocarril hasta el Golfo Pérsico como la modernización del puerto de Tartus tienen el potencial de facilitar a Irán el suministro de armas avanzadas a grupos terroristas en la frontera norte de Israel, que podrían ser utilizadas contra él en futuros enfrentamientos.
Rusia tiene una base naval de la era soviética en Tartus, la única instalación de este tipo fuera de la antigua Unión Soviética.
En 2017, Moscú llegó a un acuerdo con el gobierno de Assad para extender el contrato de arrendamiento de Tartus por 49 años. El acuerdo permite a Rusia mantener hasta 11 buques de guerra allí, incluidos los de propulsión nuclear.
Rusia ha emprendido una campaña militar en Siria que ayudó a apuntalar el poder de Assad y permitió a su gobierno recuperar el control sobre la mayor parte del país tras una devastadora guerra civil.
Durante la reunión del martes con Assad en Damasco, Borisov señaló que Rusia ayudó a restaurar una planta de fertilizantes en Homs y planea invertir 200 millones de dólares para ampliar su capacidad.
También dijo a Assad que Rusia entregará 100.000 toneladas métricas de cereales como parte de la asistencia humanitaria a Siria. Los envíos comenzarán este mes, dijo Borisov.
Un documento del gabinete ruso publicado el martes en el portal oficial del estado dice que el gobierno ruso ha destinado casi 17 millones de dólares en ayuda a Siria este año. El documento dice que incluye asignaciones bajo varios programas de las Naciones Unidas para ayudar a los municipios y centros de salud en Siria.