DAMASCO — El ministro de Defensa de Siria, Murhaf Abu Qasra, declaró el domingo que no sería apropiado que los combatientes kurdos, apoyados por Estados Unidos y establecidos en el noreste del país, mantengan un bloque independiente dentro de las fuerzas armadas sirias integradas.
En una entrevista con Reuters desde el Ministerio de Defensa en Damasco, Abu Qasra indicó que el liderazgo de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) estaba retrasando la resolución de este tema. Las SDF, que han establecido una zona semiautónoma durante los 14 años de guerra civil, han mantenido conversaciones con el gobierno de Damasco, liderado por antiguos rebeldes que derrocaron al presidente Bashar al-Assad en diciembre.
El comandante de las SDF, Mazloum Abdi, mencionó que una de las principales demandas del grupo es la creación de una administración descentralizada. En una entrevista con el canal Asharq News, Abdi declaró que las SDF estarían dispuestas a unirse al Ministerio de Defensa, pero bajo la condición de mantenerse como un “bloque militar” y sin disolverse.
Abu Qasra rechazó dicha propuesta, resaltando que la integración de las SDF debería ser dentro de la jerarquía militar del Ministerio de Defensa, sin que se mantuviera un bloque separado dentro de una estructura más amplia. “No tenemos inconveniente en que se distribuyan de manera militar, pero mantener un bloque dentro de la institución no es correcto”, afirmó.
Desde su nombramiento como ministro de Defensa el 31 de diciembre, una de las prioridades de Abu Qasra ha sido la integración de las diversas facciones anti-Assad en una estructura unificada de mando. Sin embargo, la incorporación de las SDF se ha complicado debido a que Estados Unidos las considera un aliado clave en la lucha contra el Estado Islámico, mientras que Turquía las ve como una amenaza para su seguridad nacional.

El ministro explicó que se había reunido con los líderes de las SDF, pero los acusó de retrasar las negociaciones sobre su integración, subrayando que incluirlas en el Ministerio de Defensa, como el resto de facciones ex rebeldes, es un derecho del estado sirio.
Abu Qasra, quien asumió el cargo tras la caída de Assad, espera concluir el proceso de integración, incluyendo el nombramiento de oficiales de alto rango, antes del 1 de marzo, fecha límite para el gobierno de transición. A pesar de las críticas sobre el consejo de transición y sus decisiones en la infraestructura militar, el ministro justificó sus acciones por la urgencia de las cuestiones de seguridad.
La nueva administración también ha enfrentado críticas por otorgar rangos a combatientes extranjeros, incluidos egipcios y jordanos. Aunque se generó controversia, Abu Qasra aseguró no tener información sobre solicitudes de extradición de estos combatientes.