El régimen sirio anunció el miércoles que reconocía oficialmente a las dos «repúblicas populares» independentistas que han intentado separarse de Ucrania, tras una reunión entre el presidente sirio, Bashar al-Assad, y los líderes de las respectivas regiones apoyados por Rusia.
Un comunicado difundido por SANA, la agencia de noticias oficial de Siria, confirmó que el régimen había “decidido reconocer la independencia y la soberanía de la República Popular de Luhansk y de la República Popular de Donetsk”.
El comunicado añadía que “se mantendrán comunicaciones con ambos países para acordar los marcos de mejora de las relaciones, incluido el establecimiento de relaciones diplomáticas de acuerdo con las normas conocidas”.
El anuncio se produjo unos días después de que Assad se reuniera en Damasco con una delegación encabezada por Dmitry Sablin, parlamentario ruso que dirige el Comité Parlamentario de Amistad Ruso-Sirio, y Natalia Nikonorova, la “ministra de Asuntos Exteriores” de la autodenominada “República Popular de Donetsk”.
Una declaración oficial siria tras la reunión se hizo fielmente eco de la propaganda rusa que tildaba a los dirigentes ucranianos de simpatizantes del nazismo.
“El presidente Assad felicitó a la delegación por la liberación de la mayor parte de la región de Donbás, subrayando que Rusia y Siria están librando una batalla contra un enemigo común, mientras que Estados Unidos dirige a los terroristas y a los neonazis”, declaró el comunicado.
En una entrevista concedida el martes a los medios de comunicación rusos, Nikonorova se refirió calurosamente a las relaciones con Siria. “Las relaciones con Siria se desarrollan y crecen de forma muy activa, y los dos países cooperan en muchos campos, como la educación, la medicina y la ciencia, así como en el desarrollo de las relaciones políticas entre ellos”, dijo la agencia oficial de noticias rusa TASS.
Rusia proporcionó un amplio apoyo militar y político a Assad durante la guerra civil de Siria, lo que provocó acusaciones generalizadas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Una comisión de investigación de la ONU determinó en 2020 que las fuerzas rusas habían cometido directamente crímenes de guerra en Siria mediante el bombardeo de zonas civiles.
Por otra parte, el miércoles, el presidente ruso Vladimir Putin viajó a Turkmenistán para reunirse con el presidente iraní Ebrahim Raisi. La visita es el primer viaje conocido de Putin al extranjero desde que Rusia lanzó su invasión de Ucrania en febrero.
Al igual que Siria, Irán es un estrecho aliado de Moscú y ha expresado su simpatía por las justificaciones de Rusia para la invasión. Poco después de la invasión, Raisi dijo a Putin durante una llamada telefónica que cualquier expansión de la alianza militar de la OTAN, a la que Rusia se opone firmemente, “es una grave amenaza para la estabilidad y la seguridad de los países independientes en diferentes regiones”.