BEIRUT, Líbano – Cientos de personas han muerto en Siria, al menos 120 de ellas en zonas controladas por los rebeldes, después de que un terremoto sacudiera el lunes la vecina Turquía, según informaron los equipos de rescate.
El sismo, de magnitud 7,8, se produjo antes del amanecer cerca de la ciudad turca de Gaziantep, a unos 40 kilómetros de la frontera con Siria.
Dejó el noroeste de Siria “en estado de catástrofe” con “destrucción, devastación y derrumbe de edificios”, dijo el grupo de rescate Cascos Blancos en Twitter.
El grupo dijo que el terremoto dejó “más de 120 civiles… muertos, más de 230 heridos” en la provincia de Idlib y en el campo de la provincia de Alepo, añadiendo que se esperaba que la cifra de muertos aumentara ya que “cientos de familias siguen atrapadas bajo los escombros”.
Los Cascos Blancos tienen una amplia experiencia en el rescate de personas de edificios derrumbados, ya que se formaron como servicio de emergencia para ayudar a los civiles durante los ataques aéreos en la devastadora guerra civil del país.
Un médico de un hospital del campo de la provincia noroccidental de Idlib dijo que había recibido los cadáveres de 30 personas.
“Tras el terremoto que se ha producido hoy, hemos recibido 100 heridos y 30 mártires”, ha declarado el doctor Majid Ibrahim, del hospital Al-Rahma.
“La situación es muy mala porque muchas personas siguen bajo los escombros de los edificios”, declaró a la AFP.
En las zonas controladas por el gobierno de Siria, devastada por la guerra, el número de muertos por el terremoto fue de al menos 237, según el Ministerio de Sanidad.