Addionics registró otro hito en su misión de desarrollar una tecnología de baterías “agnóstica” al anunciar recientemente una asociación con el Centro de Innovación de Procesos (CPI) y la WMG, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra. El objetivo de la asociación es lograr mejoras en el rendimiento de las pilas de iones de litio y en los procesos de fabricación utilizando los electrodos 3D inteligentes de Addionics y la tecnología de IA.
El proyecto se conoce como Proyecto STELLAR (Smart Three-dimensional ELectrode Lithium-ion batteries with Automated Robotics) y cuenta con el apoyo de Innovate UK, un organismo financiado por el gobierno que se centra en impulsar la productividad y el crecimiento económico.
“Mientras todo el mundo intenta mejorar la química de las baterías, nosotros mejoramos la física”, explica Moshiel Biton, cofundador y director general de Addionics, en declaraciones a CTech. “Así que estamos cambiando su arquitectura interna para mejorar el rendimiento de la batería, reducir el tiempo de carga en un 50%, podemos mejorar la capacidad accesible en el doble y también mejorar el ciclo de vida y la seguridad”.
Addionics afirma que ayuda a superar algunos de los mayores retos de los fabricantes a la hora de combatir la adopción generalizada de los vehículos eléctricos, como la autonomía, el tiempo de carga, la seguridad y el coste de las baterías de cualquier química. A pesar de que las baterías para vehículos eléctricos son una gran parte de su misión, la empresa también se centra en la micromovilidad y la electrónica de consumo, que admite que son un poco más fáciles de generar ingresos tempranos. Según Biton, la empresa se inspiró en la saga de teléfonos que explotaron en 2018.
“Ese fue un gran problema”, recordó Biton. “Recuerdo que durante todos los vuelos que tomé, la azafata anunciaba que debíamos coger el teléfono y ponerlo en una caja sólida para evitar posibles explosiones. En aquella época intentábamos mitigar el fenómeno, y había un fenómeno”.
Avanzamos unos años y ahora Addionics cuenta con un equipo de 20 personas repartidas entre Londres y Tel Aviv. El propio Biton estudió un posdoctorado y un doctorado en el Imperial College de Londres, y la empresa tiene seis productos comerciales para fabricantes de automóviles, OEM y otras empresas que quieren mejorar sus baterías. La división entre los dos países es un beneficio para la empresa, cree Biton, ya que puede equilibrar las dos regiones y culturas.
“Podemos beneficiarnos tanto del Reino Unido como del ecosistema israelí… Conseguí crear una gran red y, junto con mi experiencia académica, enlazarla y tender un puente entre el mundo académico y la industria”, explicó Biton, refiriéndose a cuando estudió en el Reino Unido. “Entonces me di cuenta de que en Israel tenemos un ecosistema que puede ayudarnos a crear una empresa de verdad, así que la infraestructura de Israel para incubar empresas es estupenda… Conseguí volver a Israel y beneficiarme. Ahora tenemos la suerte de poder beneficiarnos tanto del Reino Unido como de Israel”.
Tener un pie en el mercado europeo ha ayudado hasta ahora a la empresa. Además de la mencionada asociación con el IPC y el WMG, Addionics también ha recibido subvenciones de la UE en Horizonte2020, así como la atención del Departamento de Energía de Estados Unidos. Biton reveló que la empresa también está investigando con un centro de investigación de Boston en el que el objetivo es desarrollar conjuntamente una nueva batería de estado sólido.
“Alineada fuertemente con la visión de CPI de un medio ambiente más limpio, Addionics está desarrollando la próxima generación de almacenamiento de energía para apoyar la creación de un sistema energético sostenible”, añadió Alfredo Ramos, director general de CPI Enterprises al hablar de la asociación. “El revolucionario enfoque de la empresa, que se centra en la física y no solo en la química, promete ofrecer un cambio radical en el rendimiento de las baterías actuales”.
Los fabricantes de coches de todo el mundo intentan ser más eficientes desde el punto de vista energético, ya que el impacto de los conductores y su huella de carbono se mantienen obstinadamente en el discurso público. Los problemas surgen cuando se trata de la transformación de las baterías que ayudarán en esa misión. Biton dijo a CTech que el diseño de las baterías actual es rentable y fácil de construir a escala, y sin embargo el coste de transformar la arquitectura de las baterías aumentaría el coste “de forma espectacular”. Addionics -espera- ayudará a los fabricantes de equipos originales vendiéndoles sus componentes directamente y encajando sin problemas en sus líneas de producción, manteniendo los costes bajos y la adopción constante.
“En general, la electrificación del mundo para pasar a un planeta descarbonizado y neutro es un objetivo en el que todo el mundo intenta triunfar”, concluye Biton. “Es algo que no se puede hacer sin baterías, si hablamos de almacenamiento de energía, las baterías son el mejor vehículo para almacenar energía. Es súper importante construir mejores baterías para apoyar todos los recursos solares, eólicos y renovables”.
Addionics fue fundada en 2017 por Biton, Vladimir Yufit (CTO) y Farid Tariq (CSO). Ha recaudado un total de 6 millones de dólares, 2,5 millones de la UE Horizon2020 y 3,5 millones de Next Gear Ventures como ronda Seed.