El grupo de hackers Anonymous hackeó el domingo los servicios de streaming rusos, afectando a Wink e Ivi, así como a los canales de televisión en directo Russia 24, Channel One y Moscow 24 para difundir imágenes de la guerra con Ucrania.
Anonymous también publicó fotos en Twitter en las que se veía que, en lugar de la emisión habitual, aparecía un mensaje en el que se afirmaba que “los rusos de a pie están en contra de la guerra” y se pedía a los rusos que se opusieran al ataque de su gobierno a Ucrania.
Anonymous ha atacado activamente a Rusia en el ciberespacio desde que comenzó el asalto inicial a Ucrania el 24 de febrero. En los días siguientes, el grupo se ha atribuido varios ciberataques, entre ellos ataques DDOS y el cierre completo de sitios gubernamentales, que paralizaron los medios de comunicación y el sector gubernamental de Rusia en Internet.
Desde el cierre del sitio web oficial del Kremlin hasta los medios de comunicación de “propaganda” rusa, el grupo ha estado ciertamente ocupado. Sin embargo, se trata más de un colectivo informal que de un conjunto unificado, por lo que es difícil atribuirles plenamente los ataques.
Sus objetivos en el pasado han sido la CIA, la Iglesia de la Cienciología y el Estado Islámico. En la década de 2010 se produjeron amplias detenciones de presuntos miembros en Estados Unidos.
La estructura flexible del grupo también puede cambiar drásticamente sus objetivos, así como los hackers que atraen. Aunque en teoría cualquiera podría utilizar el alias de Anonymous, el grupo parece más organizado en el caso de la guerra de Ucrania, y mucho más centrado en su propia “declaración de guerra” contra Rusia.
El escenario ruso-ucraniano ha puesto de manifiesto la importancia del ciberespacio en el campo de batalla moderno, con varias escaramuzas que golpean a ambos bandos mientras la guerra continúa. Incluso el sistema de satélites de Internet Starlink de Elon Musk se vio afectado por interrupciones casi desde su implantación en Ucrania.