La versión equina del coronavirus (ECoV) se está convirtiendo en una amenaza creciente para los caballos en Israel, según un nuevo estudio realizado por investigadores israelíes, basado en una muestra de seroprevalencia, la cantidad de patógeno en una población, medida en el suero sanguíneo.
En el estudio, publicado en la revista académica Animals, un 58,6% de los caballos del centro de Israel resultaron positivos al ECoV, mientras que 41 caballos (12,3%) resultaron también con anticuerpos anti-ECoV.
El estudio se produce cuando se han notificado brotes de ECoV en caballos en Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, además de casos esporádicos en el Reino Unido y Arabia Saudita.
Lo más significativo es que el coronavirus equino (ECoV) es un β-coronavirus patógeno tanto para los seres humanos como para los animales, con rasgos afines al actual coronavirus (COVID-19) en los seres humanos, que se cree que se originó en China. Al igual que otros β-coronavirus, también se considera que el ECoV procede de los murciélagos, que posiblemente descienda del BCoV o de un coronavirus de las ratas
El estudio señala que la tendencia creciente de la infección por el ECoV en los caballos israelíes se debe probablemente a su importación y exportación hacia y desde Israel.
A pesar de que el ECoV es más autolimitado en su propagación, el virus también puede causar complicaciones graves en algunos animales, mientras que, al igual que el coronavirus actual, los portadores asintomáticos pueden transmitir el virus a otros animales.
El ECoV forma parte de un grupo de patógenos diarreicos en potros que causan enteritis, una inflamación del intestino delgado.