Por fin se ha resuelto un misterio de 45 millones de años sobre la muerte de cientos de ranas fósiles.
Paleontólogos del University College Cork (UCC) de Irlanda hicieron el descubrimiento tras estudiar los huesos de las ranas fósiles, lo que reveló que los antiguos anfibios habían muerto durante el apareamiento. El fenómeno, que aún hoy se produce en las especies acuáticas, se produjo en el yacimiento de conservación del Eoceno de Geiseltal, en el centro de Alemania.
Dónde vivían las antiguas ranas
La zona, que en su día albergó un bosque pantanoso, fue un lugar de plantas y animales ya extintos que habitaron la Tierra hace entre 48 y 41 millones de años. Según el estudio, se sabe poco de la zona a pesar de su rica flora y fauna.
Un clima más cálido hizo de la zona un hogar ideal para más de 50.000 especies, entre ellas los ancestros del caballo, grandes cocodrilos, serpientes gigantes, lagartos, aves y anuros – ranas y sapos.
Estudios anteriores habían elaborado varias hipótesis sobre la muerte de las ranas, entre ellas la desecación de los lagos, el agotamiento del oxígeno del agua, el envenenamiento por floraciones de algas, la congelación y la inanición.
Sin embargo, el estudio -dirigido por el Dr. Daniel Falk y la profesora Maria McNamara en colaboración con la Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg- descubrió que las ranas estaban sanas cuando murieron, y concluyó que la causa probable de la muerte fue el ahogamiento durante el apareamiento.
¿Qué significan estos resultados?
“Por lo que podemos decir, las ranas fósiles estaban sanas cuando murieron, y los huesos no muestran ningún signo de depredadores o carroñeros; tampoco hay pruebas de que fueran arrastradas por las inundaciones o que murieran porque el pantano se secara”, explicó Falk. “Por proceso de eliminación, la única explicación que tiene sentido es que murieran durante el apareamiento”.
Según el estudio, una rana hembra puede ahogarse cuando un macho está encima de ella. La muerte puede ser la causa del puro agotamiento por el trabajo físico que requiere el apareamiento en el agua.
¿Qué otras teorías hay?
Otra teoría, denominada “cría explosiva”, se produce cuando muchos machos se reúnen y compiten por las hembras en períodos de tiempo muy cortos, que a veces se reducen a un par de horas al año.
Estos hallazgos -que se encuentran entre los primeros nuevos descubrimientos realizados desde la reapertura de las colecciones de fósiles del Geiseltal abiertas al público- ayudan a explicar un fenómeno que sigue siendo común en las ranas de hoy en día.
“Lo realmente interesante es que las ranas fósiles de otros yacimientos también muestran estas características, lo que sugiere que los comportamientos de apareamiento de las ranas modernas son realmente muy antiguos y han estado vigentes durante al menos 45 millones de años”, dijo McNamara.