Padres de un bebé nacido tras la implantación errónea de un embrión han decidido demandar al hospital responsable por 27.6 millones de dólares. La demanda se centra en la negligencia e incompetencia de la clínica de fertilidad del Hospital Assuta de Rishon Lezion, así como en la angustia sufrida por la familia afectada.
La niña nació en octubre, después de que se revelara que el embrión había sido implantado en la paciente equivocada durante un tratamiento de fecundación in vitro. Tras el incidente, el Ministerio de Sanidad inició la búsqueda de los padres biológicos de la niña. Sin embargo, después de que las pruebas descartaran a la pareja con más probabilidades de ser los padres, las autoridades anunciaron en noviembre que interrumpirían la búsqueda.
Recientemente, el Tribunal Supremo denegó la realización de pruebas genéticas adicionales a otras seis posibles parejas para determinar si eran los padres biológicos del bebé. Los jueces concluyeron que había pocas posibilidades de que estas parejas fueran los padres biológicos y consideraron que el reclamo legal de la madre biológica y su marido era más sólido.
La pareja que actualmente está criando al bebé ha prometido luchar contra cualquier intento de retirarles la custodia. Los padres biológicos planeaban presentar una demanda contra el Hospital Assuta en diciembre, pero los abogados optaron por retrasar la acción hasta que se resolviera la situación legal en torno a las pruebas genéticas.
El Ministerio de Sanidad llegó a plantearse cerrar la unidad de FIV de Assuta tras el error, pero finalmente decidió no hacerlo. No obstante, exigió que el departamento redujera sus operaciones en un 50 %, pasando de 10.000 tratamientos de fertilización al año a 5.000.