El astrónomo israelí Avi Loeb, profesor de Harvard, sostuvo que la comunidad científica y las autoridades no deben desestimar la hipótesis de una amenaza de origen tecnológico asociada al objeto interestelar 3I/ATLAS y, en ese marco, invitó a la empresaria y celebridad Kim Kardashian a sumarse a su equipo de investigación tras su intercambio público con el administrador interino de la NASA, Sean Duffy. La advertencia de Loeb fue difundida en una entrevista publicada el 8 de noviembre y en artículos personales recientes; en paralelo, la NASA mantiene que 3I/ATLAS no representa peligro para la Tierra y que su seguimiento continúa con múltiples instrumentos.
3I/ATLAS es el tercer objeto confirmado que llega desde fuera del Sistema Solar, después de 1I/ʻOumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). El telescopio del sistema de alerta ATLAS en Río Hurtado, Chile, registró las primeras observaciones el 1 de julio de 2025 y, con el análisis de trayectorias, los astrónomos confirmaron su origen interestelar por su órbita hiperbólica. La agencia estadounidense precisó que el cometa alcanzó el perihelio a finales de octubre de 2025 y que su máxima aproximación a la Tierra se producirá a unos 1,8 unidades astronómicas, lo que equivale a unos 270 millones de kilómetros. La NASA remarcó que no existe riesgo de impacto.
Durante las últimas semanas, Loeb expuso en medios y en su cuaderno digital una serie de “anomalías” que, a su juicio, justifican estudiar escenarios no convencionales. En la entrevista con nosotros, señaló, entre otros puntos, el alineamiento del plano orbital con la eclíptica, estimaciones de tamaño inusuales y comportamientos de la envoltura gaseosa. En ese mismo intercambio pidió no descartar, por baja que sea la probabilidad, la posibilidad de un artefacto fabricado. Sus afirmaciones no representan el consenso académico y se publican de forma personal, sin certificación por revisión científica.
En paralelo a esa postura, los datos institucionales disponibles describen a 3I/ATLAS como un cometa activo de núcleo helado y coma bien definida. La NASA informó que, con observaciones de julio y agosto, el límite superior del diámetro del núcleo se sitúa en 5,6 kilómetros y que no puede ser menor de 440 metros, cifras que acotan con mayor precisión estimaciones previas más amplias. La agencia señaló además que el objeto viaja a velocidades superiores a 220.000 kilómetros por hora y que seguirá una trayectoria de salida del Sistema Solar tras su paso por el interior.

La detección y el monitoreo reúnen una red amplia de instrumentos. La NASA listó campañas con Hubble, Webb y otras misiones propias, incluida la sonda Mars Reconnaissance Orbiter y los vehículos en Marte, además de misiones europeas y cooperativas. La Agencia Espacial Europea confirmó que ExoMars Trace Gas Orbiter captó, entre el 1 y el 7 de octubre, una secuencia del cometa cuando pasó a unos 30 millones de kilómetros de Marte, donde se aprecia la coma como un halo de varios miles de kilómetros. La ESA añadió que Mars Express y, posteriormente, la nave Juice observarían el objeto para complementar espectros y fotometría según las condiciones de brillo.
Los primeros registros desde telescopios terrestres reforzaron la naturaleza interestelar. El Observatorio Europeo Austral divulgó el 8 de julio una secuencia del VLT que muestra el desplazamiento de 3I/ATLAS en pocos minutos, con datos obtenidos por el instrumento FORS2. La serie se empleó para caracterizar el movimiento hiperbólico y consolidar el estatus de visitante interestelar, en concordancia con los análisis orbitales difundidos por redes de observación profesional.
Sobre el estado actual de la campaña, agencias y grandes instalaciones han publicado materiales gráficos y notas técnicas a medida que el objeto cruzó el perihelio a finales de octubre y reapareció en el cielo del amanecer a inicios de noviembre. En septiembre, la agencia Associated Press reseñó imágenes de NOIRLab/Gemini South que documentan una cola en crecimiento y el incremento de actividad de la coma conforme aumentó el calentamiento solar, manteniendo el énfasis en que el visitante no representa amenaza para la Tierra. Reuters, por su parte, explicó tras el hallazgo de julio la confirmación de su procedencia extragaláctica y su plan de observaciones con telescopios mayores para estudiar composición y dinámica.
El eje informativo que vincula a Loeb con Kardashian se originó en redes sociales. La celebridad se interesó públicamente por el objeto, lo que motivó una respuesta del administrador interino de la NASA, Sean Duffy, quien reiteró que 3I/ATLAS es un cometa interestelar bajo seguimiento y sin riesgo inmediato. Posteriormente, Loeb publicó un artículo invitando a Kardashian a sumarse a su equipo de investigación dedicado a 3I/ATLAS.
En su texto, además, recuperó su crítica por la falta de publicación de ciertas imágenes de alta resolución de la cámara HiRISE a bordo de la sonda marciana, e instó a la difusión de datos completos para permitir análisis independientes. En paralelo, medios reseñaron gestiones de la congresista Anna Paulina Luna para pedir a la NASA la pronta divulgación de ese material; la solicitud se difundió en comunicados y redes sociales, y no altera el mensaje institucional sobre ausencia de peligro.
El señalamiento de Loeb sobre “no ignorar una posible amenaza” se difundió en una entrevista publicada el 8 de noviembre, donde comparó la conveniencia de utilizar recursos en un visitante cercano frente a pesquisas remotas de bioseñales en exoplanetas. La afirmación se inscribe en su línea de trabajo público previa sobre 1I/ʻOumuamua y en sus colaboraciones con otros autores en documentos que exploran hipótesis tecnológicas. El artículo recogió además su referencia a restricciones editoriales en una revista científica que, según dijo, le exigieron retirar una frase especulativa en la versión aceptada. Este planteamiento no modifica las efemérides y parámetros orbitales comunicados por la NASA y otras entidades, que siguen sin registrar trayectorias de riesgo.

La cronología básica del tránsito de 3I/ATLAS se mantiene estable. Las observaciones de descubrimiento se remontan al 14 de junio de 2025 en archivos previos del propio ATLAS y del Zwicky Transient Facility, que se añadieron a la cadena de datos tras la alerta del 1 de julio. La reaparición posconjunción solar se produjo a inicios de diciembre en el hemisferio observable desde la Tierra, y las campañas de seguimiento continuarán hasta su alejamiento hacia la órbita de Júpiter y su salida definitiva en 2026. La NASA ha concentrado la información pública en una página de referencia con preguntas frecuentes, material gráfico y actualizaciones breves de misiones, donde reitera que la aproximación mínima a la Tierra será de aproximadamente 1,8 unidades astronómicas.
El interés institucional europeo añadió capas de contexto sobre la antigüedad probable del objeto. La ESA señaló que, por trayectoria y características, 3I/ATLAS podría ser el cometa más antiguo observado hasta la fecha, posiblemente tres mil millones de años más antiguo que el propio Sistema Solar, extremo que se seguirá evaluando con espectros y fotometría adicionales. Estas observaciones complementan las de Hubble y Webb y permitirán afinar límites sobre el tamaño del núcleo y la tasa de desgasificación, parámetros necesarios para interpretar la evolución fotométrica de la coma y la formación de la cola en las próximas semanas.
En lo referente a imágenes recientes, Loeb difundió el 7 de noviembre un texto con una fotografía obtenida el 5 de noviembre por el Lowell Discovery Telescope en Arizona, en la que describió el objeto como una fuente puntual comparable a la resolución del telescopio en ese momento y proporcionó las distancias aproximadas al Sol y a la Tierra en la fecha de captura. Esa comunicación se sumó a otra en la que pidió expresamente liberar los registros de alta resolución captados desde la órbita de Marte para facilitar la evaluación por terceros.
A partir de la información pública verificada, el marco factual se resume en cuatro elementos operativos: 3I/ATLAS es un cometa interestelar confirmado, detectado el 1 de julio de 2025, con perihelio a finales de octubre y un acercamiento a la Tierra en diciembre a unos 270 millones de kilómetros; múltiples misiones y observatorios lo siguen sin indicar riesgo; el administrador interino de la NASA respondió a una consulta pública de Kim Kardashian y reiteró la ausencia de amenaza; y Avi Loeb, crítico con la lentitud en divulgar ciertas imágenes de alta resolución, insiste en ampliar el análisis con hipótesis tecnológicas y propuso a Kardashian integrarse en sus trabajos.
