El sexo humano ha estado determinado durante mucho tiempo por los cromosomas X e Y: las hembras nacen con dos cromosomas X, mientras que los machos nacen con un cromosoma X y un cromosoma Y. Este futuro podría estar en peligro, ya que los cromosomas Y siguen desapareciendo gradualmente en distintas especies de mamíferos. Según un nuevo estudio, ese futuro podría estar en peligro.
El estudio, publicado en la revista científica multidisciplinar PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), analizó el ornitorrinco, un mamífero que tiene cromosomas sexuales diferentes, mientras que la mayoría de los mamíferos tienen un sistema basado en los cromosomas X e Y similar al de los humanos.
El ornitorrinco australiano, sin embargo, tiene pares de cromosomas XY que normalmente dictarían que el mamífero era un macho – lo que sugiere que el emparejamiento XY era típico de las especies de mamíferos no hace mucho tiempo.
Los investigadores calculan que el cromosoma Y ha perdido más de 900 genes activos a lo largo de 166 millones de años, el periodo de tiempo en que los seres humanos y el ornitorrinco australiano han evolucionado por separado. A este ritmo, los genes ligados al cromosoma Y se extinguirán dentro de 11 millones de años.

¿Cómo superaron otros mamíferos la pérdida de su cromosoma Y?
Aunque los investigadores temen que los humanos sean la próxima especie en perder los cromosomas Y, la comunidad científica mundial ya conoce un mamífero que ha determinado el sexo mediante la genética incluso después de perder sus cromosomas Y: dos especies de roedores.
Los topillos del este de Europa y las ratas espinosas de Japón ya no tienen cromosomas Y, pues han desaparecido por completo como consecuencia de la evolución. Las ratas espinosas, una especie en peligro de extinción nativa de varias islas japonesas, consiguieron producirse como machos y hembras independientemente debido a un cambio en el cromosoma 3 de la rata. Aún no está claro cómo ha evolucionado la rata topo más allá de los cromosomas Y, aunque los investigadores utilizarán los descubrimientos en las ratas espinosas para seguir investigando.
“La evolución de los cromosomas sexuales diferenciados se ha estudiado intensamente durante muchas décadas para abordar cuestiones, no solo sobre el mecanismo de determinación del sexo, sino también sobre los cambios genéticos de los cromosomas sexuales”, escriben en su resumen los investigadores de la Universidad de Tokio autores del estudio. “Los mamíferos poseen un sistema cromosómico XY extremadamente estable, en el que el Y se ha degradado casi por completo”.
Aunque la eventual desaparición de los cromosomas Y podría, en teoría, llevar a la extinción de la humanidad, la evolución también podría hacer que se desarrollaran nuevos genes definidores del sexo y tomaran precedencia sobre los debilitados cromosomas Y.