Investigadores israelíes han utilizado tecnología avanzada para cultivar una cepa mejorada de cannabis que contiene niveles más altos de THC y CBG, los principales componentes activos del cannabis, lo que abre nuevas posibilidades para esta popular planta medicinal.
El trabajo se realizó en la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente Robert H. Smith de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Los investigadores lograron diseñar y cultivar con éxito una planta de cannabis con cerca de un 17 % más de THC (tetrahidrocannabinol), el principal componente psicoactivo del cannabis, y un 25 % más de CBG (cannabigerol), un cannabinoide no psicoactivo. Esta sustancia suele asociarse con una sensación de relajación física y que a veces se emplea como tratamiento para los trastornos del sueño, la inflamación y el dolor crónico.
La cepa desarrollada en el laboratorio también tenía una presencia entre un 20 y un 30 % mayor de terpenos, responsables de maximizar los efectos eufóricos del cannabis.
El objetivo del estudio, según un comunicado emitido por la universidad, era desarrollar un mecanismo que permitiera a los investigadores intervenir en las vías bioquímicas de la planta de cannabis y cambiar los niveles de sustancias activas que produce.
Finalmente, los investigadores pudieron aumentar o disminuir los niveles de sustancias específicas manipulando un virus basado en la planta y reutilizándolo. En lugar de dañar la planta, los investigadores crearon una versión del virus que era capaz de afectar a los genes de la planta de cannabis que influyen en la producción de sus sustancias activas.
“Esto representa un uso innovador de estas herramientas, que se construyeron utilizando herramientas de biología sintética”, dijo el profesor Alexander Vainstein, que dirigió el proyecto.
Manipular una planta de cannabis y afectar a los niveles de sus componentes activos o a sus proporciones nunca se había hecho antes, señaló la universidad, lo que abre nuevas posibilidades para la industria médica.
“Los resultados de este estudio serán valiosos para la industria, para aumentar el rendimiento de las sustancias activas. También para la investigación médica, para cultivar y desarrollar nuevas cepas para los usuarios de cannabis medicinal”, dijo Vainstein, quien añadió que se harán más experimentos con la planta manipulada y que la información se pondrá a disposición de la industria del cannabis en unos meses.
Hasta ahora, la comunidad científica ha podido identificar más de 200 ingredientes activos en la planta de cannabis y está en marcha una carrera para identificar otras sustancias y tratamientos médicos que puedan derivarse de ella.
El mercado de cannabis medicinal de Israel estaba valorado en unos 264 millones de dólares en 2021, aproximadamente 7 millones menos que el de toda Europa, según Prohibition Partners, una empresa de análisis del sector.
El pasado mes de agosto, el gobierno modificó sus normas de exportación de cannabis medicinal para permitir la exportación de semillas de cannabis. El cambio se produjo tras una intensa presión de las empresas del sector del cannabis.
Y a principios de este mes, el primer cargamento de exportación de semillas de cannabis israelíes partió hacia los Estados Unidos, y el Ministerio de Agricultura israelí celebró la medida como un paso importante para que Israel se convierta en un pionero mundial en este campo.