Un plan coordinado entre ministerios busca garantizar alimentos hasta 2050, pero enfrenta recortes presupuestarios y desafíos en la agricultura local.
PRograma de seguridad alimentaria de Israel
- Expertos evalúan el ambicioso plan de seguridad alimentaria
- Dependencia de importaciones y desafíos locales en la producción
- Metas de la administración de seguridad alimentaria
- Trabajo conjunto y enfoque multidisciplinario
- Debates en seminarios web impulsan el análisis de la agricultura local
- Propuestas para la agricultura sostenible y la promoción de hábitos saludables
- Riesgos globales y vulnerabilidad de las cadenas de suministro
- Preguntas y respuestas sobre el programa de seguridad alimentaria en Israel
Expertos evalúan el ambicioso plan de seguridad alimentaria
Más de 250 especialistas en nutrición, agricultura y planificación de diversos sectores se reunieron en línea para discutir avances sobre un plan nacional de seguridad alimentaria. Este proyecto, liderado por el Ministerio de Agricultura y coordinado con los Ministerios de Salud, Economía y Medio Ambiente, tiene como meta garantizar la seguridad alimentaria del país hasta el año 2050.
El documento final del plan, que se presentará al gobierno en abril, busca convertirse en una política clave. Sin embargo, la iniciativa enfrenta serios desafíos debido a recortes presupuestarios y una reducción del personal del Ministerio de Agricultura. Este año y el próximo, se prevé una disminución de fondos para investigación e inversión, calculados en 360 millones de NIS (98,6 millones de dólares), lo que podría afectar la implementación del programa.
Durante una reunión del Comité de Economía de la Knéset, funcionarios advirtieron que los recortes, justificados por las necesidades financieras para las guerras contra Hamás y Hezbolá, podrían “paralizar” tanto al ministerio como a la agricultura israelí. Señalaron que estos ajustes suponen un “riesgo estratégico a largo plazo” al reducir la capacidad de Israel para liderar en innovación agrícola y mantener su autosuficiencia alimentaria.
La iniciativa para desarrollar una política alimentaria comenzó hace casi dos años bajo el liderazgo del asesor de clima del Consejo de Seguridad Nacional, Victor Weiss. Sin embargo, la guerra reciente con Hamás aceleró su desarrollo, al exponer los riesgos de depender excesivamente de importaciones para el abastecimiento de alimentos.
Dependencia de importaciones y desafíos locales en la producción
Un ejemplo reciente de los problemas derivados de la dependencia de importaciones fue la suspensión en mayo de las exportaciones de alimentos desde Turquía, uno de los principales socios comerciales de Israel. Productos esenciales como los tomates dejaron de llegar al país, aunque Azerbaiyán cubrió parte de la demanda. Gracias a subsidios del Ministerio de Agricultura, los agricultores locales lograron producir unas 15.000 toneladas de los 16.000 que se consumen mensualmente en Israel.
El director de la Administración de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Yuval Lipkin, destacó la importancia de reducir la dependencia de las importaciones. Lipkin criticó que, en muchos casos, los agricultores no están en condiciones de competir con los productos importados. Citó como ejemplo el caso del ajo, donde las importaciones de China acabaron con la producción local. Esto, combinado con los efectos del cambio climático y las tensiones geopolíticas, ha llevado al aumento de precios de varios productos esenciales.
Se espera que la población de Israel se duplique para 2050, lo que plantea serios retos para la producción alimentaria, que no ha mostrado un aumento significativo en años. Lipkin insistió en que es fundamental brindar apoyo a los agricultores mediante la reducción de costos como el precio del agua, que es uno de los más altos del mundo. Además, subrayó la necesidad de mantener y ampliar las tierras agrícolas.
“Debemos dar confianza a los agricultores y garantizar que no haya recortes repentinos en los fondos para investigación”, declaró Lipkin, quien también mencionó el compromiso de los agricultores tras los eventos del 7 de octubre, cuando fueron los primeros en regresar a la frontera de Gaza.
Metas de la administración de seguridad alimentaria
El programa busca garantizar la capacidad de Israel para producir alimentos de manera sostenible, asegurando un suministro constante de alimentos saludables y asequibles para toda la población. Entre sus objetivos está promover sistemas alimentarios adaptados al clima y una industria agrícola innovadora.
Una actualización de la canasta alimentaria nacional recomendada por el Ministerio de Salud sirve como base para el plan. Según Moran Blaychfeld Magnazi, directora de la División de Nutrición del Ministerio, la dieta mediterránea será el modelo a seguir. Esto implicará priorizar proteínas provenientes de legumbres, pescado y algas, en lugar de carne roja, por razones de salud y sostenibilidad.
El cálculo de la canasta alimentaria incluirá cantidades necesarias de cada alimento, estableciendo un equilibrio entre la producción local y las importaciones. A partir de esto, se definirán objetivos de producción para diversos productos.
Trabajo conjunto y enfoque multidisciplinario
Seis grupos de trabajo compuestos por representantes de diferentes ministerios y sectores colaboran en este proyecto. Estas reuniones, realizadas al menos una vez por semana, incluyen a organizaciones estatales, institutos de investigación, ONG y otros expertos.
Las áreas de enfoque incluyen: agricultura local, comercio internacional, industria alimentaria, investigación e innovación, hábitos de consumo y reducción del desperdicio de alimentos. Este enfoque integral busca hacer más eficiente la producción local mientras se adapta a las demandas del mercado y los cambios climáticos.
Con el plan en desarrollo, Israel busca establecer una política alimentaria sostenible que garantice la autosuficiencia y la seguridad alimentaria para las próximas décadas.
Debates en seminarios web impulsan el análisis de la agricultura local
Los grupos han estado analizando la situación desde septiembre, identificando los riesgos y desafíos clave. Esta primera fase culminó con un seminario web el pasado domingo, donde los participantes trabajaron en equipos temáticos para debatir sobre temas específicos.
El grupo enfocado en agricultura local discutió problemas como el costo elevado del agua, la falta de mano de obra, los impactos del cambio climático, las plagas, la rentabilidad de cultivos y barreras en la cadena de valor. También abordaron cuestiones relacionadas con la salud ambiental y la competitividad del sector agrícola en el país.
Antes del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, el Ministerio de Agricultura registraba aproximadamente 30.000 trabajadores tailandeses y entre 10.000 y 15.000 palestinos trabajando en el sector agrícola, dependiendo de la temporada. Sin embargo, tras el ataque en el sur de Israel, miles de tailandeses regresaron a su país. Este ataque dejó 1.200 víctimas en Israel, incluyendo 46 tailandeses asesinados y más de 250 personas secuestradas en Gaza, entre ellas ciudadanos tailandeses. Asimismo, cinco tailandeses murieron en la frontera norte en ataques de Hezbolá.
Actualmente, según Lipkin, Israel cuenta con 40.000 trabajadores tailandeses, pero los palestinos aún tienen prohibido ingresar al país para trabajar. Uri Zuk-Bar, del Ministerio de Agricultura, destacó la necesidad de recopilar más datos sobre la posibilidad de acercar la producción al consumo mediante modelos como “de la granja a la mesa”.
Propuestas para la agricultura sostenible y la promoción de hábitos saludables
Representantes de distintas organizaciones plantearon propuestas para mejorar el sector agrícola. Dana Yoskevitz, de la ONG The Bounty of the Field, lamentó la ausencia de subsidios para la agricultura orgánica, argumentando que un mejor apoyo podría atraer a jóvenes agricultores. Por su parte, Yael Meltzer, de la Asociación Israelí de Ecosistemas Agrícolas Regenerativos, sugirió que el problema radica en la regulación. Meltzer propuso utilizar tierras moshav sin uso para que jóvenes puedan cultivar, vivir en ellas y vender productos locales.
Otro grupo analizó los hábitos de consumo y detectó problemas como la falta de mensajes coherentes sobre nutrición saludable en instituciones educativas y los altos costos de los alimentos saludables. También mencionaron la falta de restricciones a la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a niños y las estrategias de marketing en tiendas.
Se sugirió el uso de impuestos y subsidios para fomentar una dieta saludable. Un médico participante citó un estudio alemán que demuestra que las personas son más propensas a cambiar su alimentación si la recomendación proviene de sus médicos. Sin embargo, Karin Leibovich, del Ministerio de Educación, expresó preocupación por posibles reacciones de los padres si se reduce el contenido de carne en los programas alimentarios escolares, lo que podría percibirse como una medida para disminuir costos.
Riesgos globales y vulnerabilidad de las cadenas de suministro
En el grupo de comercio internacional, los debates giraron en torno a la vulnerabilidad de las cadenas de suministro, el impacto del cambio climático en los países exportadores y la necesidad de fortalecer la infraestructura de Israel para garantizar el abastecimiento alimentario frente al crecimiento poblacional.
Los participantes destacaron que la capacidad de producción de muchos países exportadores ha disminuido debido a fenómenos climáticos como sequías e inundaciones. También discutieron la posibilidad de importar productos de temporada para incentivar la competencia con el mercado local y diversificar las opciones de consumo.
Las siguientes etapas del plan incluirán la definición de objetivos, metas y parámetros para medir avances. En enero, se analizarán enfoques alternativos, y en marzo se formulará un plan operativo para la implementación. Un segundo seminario web tendrá lugar el 3 de marzo, seguido de una conferencia el 27 de abril donde se presentarán las conclusiones al público, con la participación de ministros y directores generales.
Preguntas y respuestas sobre el programa de seguridad alimentaria en Israel
El programa busca garantizar un suministro estable de alimentos saludables y accesibles hasta 2050, promoviendo la agricultura local, la sostenibilidad y la innovación. Además, se enfoca en equilibrar la producción local con las importaciones para enfrentar desafíos como el cambio climático y la dependencia de proveedores externos.
Los recortes, destinados a financiar conflictos bélicos, podrían paralizar al ministerio y disminuir la inversión en investigación y desarrollo agrícola. Esto representa un riesgo estratégico que impactaría la capacidad de Israel para liderar en innovación agrícola y mantener la producción suficiente de alimentos.
La agricultura enfrenta altos costos del agua, escasez de mano de obra tras la guerra con Hamás, y desafíos climáticos y de plagas. También hay barreras regulatorias y falta de competitividad en el mercado. Estos factores afectan la rentabilidad y la sostenibilidad del sector agrícola.
Se promueve la dieta mediterránea, reduciendo el consumo de carne roja y aumentando el de legumbres, pescado y algas. Esto busca mejorar la salud pública y reducir el impacto ambiental, fomentando hábitos alimenticios sostenibles y accesibles.
La innovación es clave para aumentar la eficiencia agrícola, desarrollar tecnologías adaptadas al cambio climático y fortalecer la producción local. Esto incluye avances en cultivos, sistemas de riego y estrategias de conservación para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.