El Instituto Israelí de Investigación Biológica (IIBR) está examinando las características de la variante Ómicron en sus laboratorios de seguridad nacional a petición del Ministerio de Sanidad, según informó el Ministerio de Defensa a The Jerusalem Post.
El instituto utilizará muestras de uno de los casos verificados en el país o trabajará para traer muestras de forma controlada para el extranjero. Hasta ahora, sólo se ha confirmado que dos israelíes son portadores de la variante.
El IIBR encabezó la creación de un candidato a vacuna contra el coronavirus que se espera que siga siendo eficaz contra las nuevas variantes, según ha demostrado la investigación.
A principios de este mes, el Post reseñó informes que mostraban, a través de pruebas de anticuerpos neutralizantes realizadas en el laboratorio del IIBR, que los anticuerpos de la vacuna mantienen su capacidad de neutralización contra las cuatro principales cepas virales: Alfa, Beta, Gamma y Delta.
Los datos se sometieron a una revisión por pares en The New England Journal of Medicine.
La gestión de BriLife corre a cargo de la empresa farmacéutica estadounidense NRx, que en julio firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa para ayudar a acelerar el desarrollo de la vacuna. La empresa, que cotiza en el Nasdaq, recibió los derechos exclusivos de desarrollo, fabricación y comercialización en todo el mundo.
La vacuna Brilife, en cambio, es una vacuna basada en un vector. Toma el virus de la estomatitis vesicular (VSV) y lo modifica genéticamente para que exprese la proteína de la espiga del nuevo coronavirus en su envoltura.
Una vez inyectado, no causa la enfermedad por sí mismo. El VSV no daña al ser humano, sino que el organismo reconoce la proteína de espiga que se expresa en la envoltura y comienza a desarrollar una respuesta inmunológica. La vacuna se administrará inicialmente por inyección tradicional.
“La vacuna BriLife difiere de otras vacunas contra el COVID-19 al presentar la proteína de espiga del COVID-19 completa al sistema inmunitario del organismo”, explicó NRx en un comunicado de agosto. “También se diferencia de otros enfoques de la vacuna contra el COVID-19 en que es una vacuna autopropagada de virus vivos en la que la proteína de espiga de la vacuna parece evolucionar de forma coherente con la evolución del virus del SARS-CoV-2 en la naturaleza”.
“Así, mientras que pueden surgir variantes que apoyen el enriquecimiento manual de la vacuna contra esas variantes específicas, la propia vacuna puede seguir evolucionando de manera que proporcione una protección continua contra las variantes”, dice el comunicado.
Es demasiado pronto para saber si BriLife sería igual de eficaz contra la variante Ómicron, pero se llevarán a cabo pruebas de este tipo, confirmó el Post.
Aunque Pfizer también está probando todavía la eficacia de su vacuna contra Ómicron y es probable que sólo sepa más en las próximas dos semanas, el Ministerio de Sanidad dijo el domingo que no se espera que la variante cause una enfermedad grave entre los vacunados.