Startup de equipo médico Visby Medical ha recibido la autorización de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Drogas de EE.UU. para un equipo de prueba portátil de PCR COVID-19, según Reuters.
La PCR, o reacción en cadena de la polimerasa, replica rápidamente el ADN o el ARN y se considera una herramienta de diagnóstico precisa utilizada en los laboratorios para enfermedades infecciosas. Tradicionalmente, las pruebas de PCR utilizan una máquina del tamaño de un microondas grande y pueden costar cientos de miles de dólares.
El fundador y director general de Visby, el empresario israelí Adam de la Zerda, comenzó a trabajar en la reducción de esa máquina a un tamaño portátil que cabe en la palma de la mano hace más de siete años, para utilizarla inicialmente en el diagnóstico de enfermedades de transmisión sexual. Pero con la pandemia COVID-19 la compañía dio un giro.
La EUA permite que el kit de Visby se utilice en los laboratorios clínicos. Una muestra tomada a través de un hisopo nasal se inserta en el kit y produce resultados en 30 minutos. La compañía dijo que el objetivo es conseguir que el kit de pruebas se venda a los consumidores para que lo usen en casa.
Los kits se ensamblan en la sede de la compañía en San José, California, donde la capacidad de producción es de alrededor de 50.000 al mes. Visby ha dicho que quiere aumentarla para reducir el costo. De la Zerda dijo que el precio del kit aún no se ha decidido, pero que quiere hacerlo “asequible”.
La compañía cuenta con el ganador del premio Nobel de física Steven Chu y el capitalista de riesgo de Silicon Valley, John Doerr como inversores y ha recaudado más de 300 millones de dólares hasta ahora.
Los funcionarios de EE.UU. han estado presionando para aumentar la disponibilidad de las pruebas de diagnóstico de COVID-19, en particular las que se pueden realizar de forma barata desde cualquier lugar y producir resultados rápidamente.
La falta de capacidad para realizar pruebas y la escasa coordinación federal al principio de la pandemia obstaculizaron los esfuerzos para controlar la propagación del virus que ha infectado a más de 6 millones de personas en los Estados Unidos.