Parece que la vacunación contra el COVID-19 afecta al ciclo menstrual humano, ya que la duración del ciclo aumenta en casi un día en comparación con las personas no vacunadas contra el virus, según un nuevo estudio.
Los resultados proceden de un estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y publicado en la revista académica Obstetrics & Gynecology.
Aunque se han realizado numerosas investigaciones sobre los efectos de la vacuna contra el COVID-19 en la fertilidad, sus efectos en el ciclo menstrual se han estudiado mucho menos, a pesar de los numerosos informes de personas que han tenido ciclos menstruales inusuales después de la vacunación. A pesar de ello, otros estudios concluyeron que los cambios indicados no eran peligrosos.
Para entender el impacto de la vacuna en el ciclo menstrual, los participantes utilizaron la aplicación de seguimiento de la fertilidad, Natural Cycles. Los datos tomados de las que recibieron la vacuna -sobre todo las de Pfizer y Moderna- cubrieron tres ciclos consecutivos antes de vacunarse y otros tres consecutivos, incluyendo el momento de la vacunación. Los datos de los participantes no vacunados cubrieron seis ciclos consecutivos.
La primera dosis de la vacuna parecía correlacionarse con el alargamiento del ciclo en 0,71 días. La segunda dosis se correlacionó con un aumento de la duración de 0,91 días. Sin embargo, hay que señalar que, aunque el ciclo en sí parecía haberse alargado, el número de días de sangrado no lo había hecho.
El ciclo menstrual mensual en los seres humanos tiende a variar un poco entre meses. Sin embargo, según la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, una variación en la duración es normal siempre que sea inferior a ocho días. Por lo tanto, esta variación está dentro de los límites de la normalidad.
Además, en los ciclos posteriores, esta variación tras la administración de la vacuna ya no se produjo. Esto parece indicar que si este breve aumento de la duración del ciclo es causado por la vacuna, es muy temporal.
“Es tranquilizador que el estudio haya encontrado sólo un pequeño cambio menstrual temporal en las mujeres”, explicó en un comunicado la doctora Diana W. Bianchi, directora del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD) de los NIH.
“Estos resultados proporcionan, por primera vez, una oportunidad para aconsejar a las mujeres sobre lo que pueden esperar de la vacunación con COVID-19 para que puedan planificar en consecuencia”.
Esto es importante, ya que muchos habían expresado su preocupación por el hecho de que la vacuna tuviera un impacto significativo y negativo en el ciclo menstrual a medida que el despliegue de la vacuna se extendía por todo el mundo.
Los resultados presentan una oportunidad para explorar los efectos de las vacunas en el ciclo menstrual. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer, ya que los efectos de la vacuna en aspectos del ciclo menstrual aparte de la duración -como el dolor, el impacto en el estado de ánimo y la intensidad del flujo- están en gran medida sin explorar. Sin embargo, no hay indicios de que la vacuna pueda suponer un riesgo o peligro significativo para el ciclo menstrual o en cualquier otra función corporal, y su seguridad está ampliamente reconocida por la comunidad científica mundial.