Un reciente estudio basado en modelos computacionales afirma que en la próxima década el bienestar humano mundial empezará a disminuir.
El estudio ha sido redactado por Gaya Herrington, investigadora de sostenibilidad y análisis de sistemas dinámicos de la consultora KPMG, y publicado en el Periódico de Ecología Industrial de Yale.
Según el estudio, la simple oferta y demanda plantea el siguiente problema: si la economía y la población del mundo continúan con su actual ritmo de crecimiento, los recursos naturales del mundo acabarán agotándose. Entonces, la economía y la población empezarán a reducirse para adaptarse a su oferta.
Un estudio pionero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 1972, titulado “Los límites del crecimiento” (LtG), fue el primero en intentar resolver el problema basándose en datos empíricos y análisis computacionales.
El estudio de 1972 creó un modelo informático que analizaba el consumo y la producción de recursos a nivel mundial basándose en datos utilizados en muchos campos, como la población, las tasas de fertilidad, los niveles de contaminación, la producción de alimentos y la producción industrial.
A continuación, el estudio presentaba 12 posibles escenarios para el futuro, basados en diferentes previsiones del comportamiento humano. En la mayoría de los escenarios, el incesante crecimiento económico acaba por sobrepasar los recursos naturales del mundo, haciendo imposible un mayor crecimiento económico. El bienestar de las personas comenzaría entonces a declinar como resultado.
El escenario “Business as Usual” (BaU) fue uno de los más famosos de 1972. El BaU preveía que el crecimiento económico mundial continuaría como hasta entonces. Cuando se introdujo el BaU en los modelos computacionales, el resultado fue que alrededor de la década de 2040 la economía mundial comenzaría a perder terreno, y la población mundial, la disponibilidad de alimentos y otros recursos disminuirían como resultado.
El estudio de 2020 analizó los datos actuales y los comparó con las predicciones de 1972. El análisis informático demostró que dos de las predicciones de 1972 se acercaban mucho al estado actual de la economía mundial.
Una de ellas era la de BaU.
Según el estudio: “Los dos escenarios que más se aproximan a los datos observados indican un parón en el bienestar, la alimentación y la producción industrial durante la próxima década aproximadamente, lo que pone en duda la idoneidad del crecimiento económico continuo como objetivo de la humanidad en el siglo XXI”.
El BaU no tiene por qué acabar en un colapso total de la sociedad humana, explican los investigadores en el estudio. Pero, aun así, creará una fuerte recesión económica que podría desestabilizar el mundo tal y como lo conocemos.
Sin embargo, según el estudio, todavía hay otro modelo al alcance, si el comportamiento humano cambia drásticamente.
Aunque este escenario es el que menos se ajusta a los datos de 2020, los humanos podrían decidir limitar deliberadamente su propia producción económica antes de que la escasez de recursos naturales les obligue a ello. Esto incluye, entre otras cosas, tener familias más pequeñas y limitar la contaminación industrial y el consumo de recursos naturales.