Un método que se utiliza para seguir a las hormigas bajo tierra podría servir también para medir la profundidad de la nieve vista desde el espacio, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto Frontiers in Remote Sensing.
El estudio, revisado por expertos, utilizó el lidar, abreviatura de Light Detection and Ranging (detección y medición de la luz), que es una herramienta que utiliza «la luz en forma de láser pulsado para medir distancias variables de la Tierra«, según el Instituto Americano de Geociencias.
Yongxiang Hu, un científico del Centro de Investigación Langley de la NASA, creó un modelo de profundidad de la nieve, que se basó en un modelo desarrollado previamente que calculaba el tiempo medio que las hormigas caminan dentro de la colonia, que es cuatro veces el volumen de la colonia dividido por la superficie del área.
Hu comparó la forma en que una hormiga se adentra en su colonia y se desplaza con un fotón de luz de un lidar cuando entra en la nieve, se dispersa al entrar en ella y luego sale y es detectado por el telescopio.
«Estudié las propiedades de las nubes y aprendí que la luz rebota entre las partículas de las nubes de forma aleatoria, de forma similar al movimiento de las hormigas dentro de su colonia. Así que pensé que la teoría de las hormigas podría aplicarse también a la nieve, ya que ésta procede de las nubes», explicó Hu.
La nieve tiene un papel importante en el control del clima porque refleja la energía del sol hacia el espacio, manteniendo el planeta fresco. Si hay menos nieve, se refleja menos energía y el planeta se calienta.