Las mujeres embarazadas pueden correr un mayor riesgo de desarrollar una “enfermedad grave” después de contraer el COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
Los CDC añadieron que también puede haber un mayor riesgo de que las mujeres embarazadas con COVID-19 desarrollen complicaciones en el embarazo, como un parto prematuro.
“En base a lo que sabemos en este momento, las personas embarazadas podrían tener un mayor riesgo de padecer enfermedades graves a causa de COVID-19 en comparación con las personas no embarazadas”, dijo el CDC. “Se debe enfatizar la prevención de COVID-19 para las mujeres embarazadas y se deben abordar las posibles barreras para el cumplimiento de estas medidas”.
La declaración sigue a un estudio que el CDC completó en 326.335 mujeres de 15 a 44 años con infecciones de COVID-19 confirmadas por laboratorio. Entre las 91.412 mujeres que indicaron su estado de embarazo, 8.207 (9%) estaban embarazadas. Los datos se recogieron electrónicamente entre el 22 de enero y el 7 de junio a través del Sistema Nacional de Vigilancia de Enfermedades Notificables, que el CDC señaló que era parte de los esfuerzos de vigilancia de COVID-19.
Dentro del estudio encontraron que las mujeres embarazadas tenían “significativamente más probabilidades” de ser admitidas en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y de que se les pusiera un respirador que las mujeres que no lo estaban. Sin embargo, en el estudio solo se registraron dieciséis (0,2%) muertes relacionadas con COVID-19 entre las mujeres embarazadas.
“Entre las mujeres con COVID-19, se informó de que aproximadamente un tercio (31.5%) de las mujeres embarazadas habían sido hospitalizadas, en comparación con el 5.8% de las mujeres no embarazadas”, según el estudio de los CDC. “Entre las mujeres en edad de procrear con infección por SARS-CoV-2, el embarazo se asoció con la hospitalización y un mayor riesgo de ingreso en la unidad de cuidados intensivos y la recepción de ventilación mecánica, pero no con la muerte”.
Las enfermedades pulmonares crónicas, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares se enumeraron como las principales causas de hospitalización.
Los CDC observaron que los síntomas también difieren entre las mujeres embarazadas y no embarazadas con COVID-19. Mientras que la tos y la dificultad para respirar se registraron con una frecuencia similar, las mujeres embarazadas informaron de menos dolores de cabeza, dolores musculares, diarrea, fiebre o escalofríos.
Así es como las mujeres embarazadas pueden mantenerse seguras y saludables durante el brote de COVID-19:
Abstenerse de faltar a las citas de atención prenatal. Limitar las interacciones con el público y con otras personas tanto como sea posible. Tomar precauciones adicionales para evitar contraer COVID-19 al interactuar con otros. Conserven al menos un suministro de medicamentos para 30 días y hablen con un proveedor de atención médica sobre cómo mantenerse saludables y libres de virus durante la pandemia.
Además, los CDC señalan que las mujeres embarazadas deben buscar atención médica inmediatamente si sienten que están experimentando una emergencia médica, y deben tratar de reducir el estrés causado por los miedos y ansiedades que pueden ser más frecuentes durante la pandemia de coronavirus aprendiendo técnicas de afrontamiento para tratar estos brotes mentales.