Si Bereshit no logra entrar en la órbita de la luna, quedará atrapado en la atracción gravitatoria del Sol y, finalmente, se derretirá cerca del Sol.
La nave espacial israelí Bereshit está destinada a escapar de la fuerza gravitatoria de la Tierra el jueves por la tarde en una maniobra que, sí todo sale bien, permitirá que llegue a la Luna. Si no lo hace, quedará atrapado en la atracción gravitatoria del Sol y, finalmente, se derretirá cerca del Sol.
Una captura exitosa significará que la nave espacial primero rodeará la luna en un curso elíptico. El plan es utilizar otras maniobras para reducir su velocidad y cambiar el rumbo a uno circular.