En enero se registraron nueve incidentes de envenenamiento que causaron la muerte de animales salvajes y domésticos, según informó el lunes la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel. Entre las víctimas se contaron 12 chacales, cinco zorros, un jabalí, una liebre de invierno, un gato doméstico y un perro.
La autoridad expresó temor por un posible incremento de estos envenenamientos durante febrero, cuando los agricultores reanudan sus actividades tras el invierno, plantando cultivos de hoja caduca y cuidando a los terneros nacidos en esta temporada. En los últimos cinco años, se han registrado cerca de 300 casos de envenenamiento en el norte del país, de los cuales aproximadamente un 10% ocurren en febrero.
Las medidas preventivas incluyen inspecciones intensificadas y recorridos de campo con perros rastreadores para detectar cebos tóxicos. Los agricultores, preocupados por el daño que los animales salvajes puedan causar a sus cultivos o rebaños, utilizan cebos con pesticidas ocultos en restos de carne o fruta, según el comunicado de la autoridad.
Se recordó a la población que las leyes prohíben el uso de pesticidas para fines no indicados en sus etiquetas y que es ilegal dañar a la fauna y flora silvestres. Además, se advirtió sobre la toxicidad de estos productos para humanos y animales. La autoridad pidió a los ciudadanos evitar el contacto directo con cebos tóxicos y proteger a sus mascotas.
El envenenamiento no solo provoca un dolor extremo a los animales, sino que también afecta a reptiles que entran en contacto con el cebo y contamina el entorno. El polvo de los pesticidas puede afectar ojos, nariz, boca e incluso ser absorbido por la piel.
El viernes, una mujer informó un caso de envenenamiento después de pasear con su perro cerca de huertos en Moshav Amirim. Explicó que, tras unos minutos de desaparición, su mascota regresó mostrando síntomas graves, como temblores, dificultad para caminar y espuma en la boca. Un veterinario confirmó el envenenamiento y logró salvar al animal. La mujer relató que había escuchado de otros incidentes similares en la zona.
Ese mismo día, guardabosques del sur de Israel hallaron un buitre leonado muerto, aparentemente envenenado, cerca de Hazeva, al sur del mar muerto. Los buitres suelen alimentarse de los restos envenenados que dejan algunos criadores de ovejas y cabras para eliminar chacales, lobos, zorros y perros salvajes. Este buitre, marcado en 2021, nunca había salido de la región del Néguev y la Reserva de la Biosfera de Dana en Jordania.
A inicios de febrero, se descubrieron cientos de milanos negros muertos cerca de Moshav Patish, en el desierto del Néguev, presuntamente tras beber agua contaminada con el pesticida Nemacur.
Desde hace años, la autoridad ha impulsado campañas para evitar que se arrojen restos de comida que atraigan a animales salvajes. También busca restringir el uso de pesticidas, regular su posesión y aprobar leyes que permitan detener a sospechosos de envenenamiento. Actualmente, cualquier persona puede adquirir estos venenos, y solo se puede acusar a los responsables si son sorprendidos en el acto.