La sombra de una catástrofe ambiental se cierne sobre la Antártida, mientras las alarmantes cifras de pérdida de hielo revelan una situación crítica y desesperada.
Los glaciares, que alguna vez fueron testigos silenciosos del paso del tiempo, ahora claman por atención en un mundo cada vez más cálido, amenazando con desencadenar inundaciones extremas y cambios irreversibles en nuestro planeta.
La alarmante desaparición de hielo
En un lapso de 25 años, la bahía del mar de Amundsen, la región antártica que experimenta cambios más rápidos, ha perdido más de tres billones de toneladas de hielo.
Un estudio publicado en la revista Nature por científicos ingleses reveló estas alarmantes cifras y pone de manifiesto la gravedad de la situación.
Equilibrio inestable: nieve y hielo
El estudio, liderado por el Dr. Benjamin Davison, investigó el balance de masas en el Embalse del Mar de Amundsen, parte de la capa de hielo de la Antártida Occidental.
Este equilibrio entre la masa de nieve y hielo ganada por nevadas y la masa perdida por desprendimientos determina la contribución de la región al aumento del nivel del mar.
Impacto en el nivel del mar
Los 20 glaciares principales de la bahía, con un tamaño cuatro veces mayor al del Reino Unido, juegan un papel crucial en el nivel global del mar.
Si el hielo y la nieve de la bahía se vaciaran en el mar, el nivel global aumentaría más de un metro.
La Antártida Occidental perdió 3.331 millones de toneladas de hielo entre 1996 y 2021, lo que provocaría un aumento del nivel global del mar de más de nueve milímetros.
Comunidades en riesgo
El Dr. Davison advierte que, si el nivel de los océanos subiera significativamente en los próximos años, habría comunidades en todo el mundo que sufrirían inundaciones extremas.
La pérdida de hielo en la Antártida Occidental se debe principalmente a cambios en la temperatura y las corrientes oceánicas.
Variabilidad de las nevadas extremas
Los científicos descubrieron que la bahía experimentó múltiples nevadas extremas a lo largo de los 25 años que duró el estudio, lo que generó periodos de fuertes nevadas y periodos de «sequía de nieve».
Estos fenómenos desempeñan un papel fundamental en la contribución de la bahía a la subida del nivel del mar.
El glaciar Piglet y el monitoreo por satélite
Durante el estudio, el glaciar Pine Island retrocedió, y uno de sus glaciares tributarios, llamado Piglet Glacier, se desprendió y aceleró rápidamente.
Gracias a satélites como el Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea, los científicos pueden vigilar regiones remotas y los rápidos cambios que se están produciendo actualmente en la Antártida.
El futuro de la Antártida
Esta investigación proporciona nuevas estimaciones sobre la rapidez con que esta importante región de la Antártida está contribuyendo al aumento del nivel del mar.
El desafío para la comunidad científica y las naciones del mundo es encontrar soluciones que frenen esta tendencia alarmante antes de que las consecuencias sean irreversibles.