La violencia y el terrorismo siguen siendo una amenaza constante en la región de Oriente Medio, en particular en Israel, donde en los primeros meses del año 2023 han perdido la vida 19 personas en diferentes ataques terroristas.
El más reciente, ocurrido en el valle del Jordán, acabó con la vida de Lucy Dee y sus dos hijas Maia y Rina.
Terrorismo sin descanso
El viernes pasado, en el valle del Jordán, una familia israelí fue atacada por un grupo terrorista, dejando a Lucy Dee gravemente herida y a sus dos hijas menores sin vida. Tras luchar por su vida durante varios días, Lucy falleció hoy, convirtiéndose en la decimonovena víctima de los atentados terroristas que han sacudido a Israel en lo que va de año.
En Tel Aviv, Alessandro Parini, un turista italiano, también perdió la vida a causa de un atentado terrorista con embestida. Estos sucesos se unen a una larga lista de ataques mortales que han dejado a la sociedad israelí consternada y sumida en el dolor.
Las víctimas
La lista de víctimas del terrorismo en Israel en lo que va de año es larga y dolorosa.
En febrero, los hermanos Hallel y Yagel Yaniv fueron asesinados en un atentado con arma de fuego en la comunidad árabe de Huwara. También en ese mes, los hermanos Asher Menachem y Yaakov Yisrael Paley fueron asesinados en un ataque con embestida en el barrio de Ramot de Jerusalén, ambos menores de edad.
En enero, siete personas perdieron la vida en un tiroteo en una sinagoga del barrio de Neve Yaakov de Jerusalén durante las oraciones del Shabat, entre ellas Asher Natan, de 14 años, Shaul Chai, Irina Korolova, Raphael Ben Eliyahu, Eli y Natali Mizrahi, e Ilya Sosnaski.
El sargento Asil Sawaed, agente de la Policía de Fronteras, fue asesinado en el puesto de control de Shuafat en febrero, tras ser apuñalado por un terrorista de 13 años que trajo un cuchillo de su casa con el propósito de matar a un soldado de las FDI. El ciudadano estadounidense-israelí Elan Ganeles también fue víctima del terrorismo en febrero, perdiendo la vida en un tiroteo en la autopista 90, entre el Mar Muerto y Jericó. Por último, en marzo, Or Eshkar fue asesinado en un tiroteo en pleno centro de Tel Aviv.
Conclusión
La sociedad israelí ha sufrido demasiado a causa del terrorismo. Los actos de violencia sin sentido no solo arrebatan vidas inocentes, sino que también generan miedo e inseguridad en la población.
Es importante que se tomen medidas efectivas para prevenir futuros ataques terroristas y garantizar la seguridad de los ciudadanos. La violencia nunca es la solución y solo genera más dolor y sufrimiento.
Como sociedad, debemos trabajar juntos para construir un futuro más pacífico y seguro para todos. Mientras tanto, nuestras condolencias y pensamientos están con las familias de las víctimas de estos terribles ataques terroristas.