Un residente judío del barrio Beit Orot de Jerusalén fue apedreado por árabes cuando regresaba a su casa.
El incidente, ocurrido hace dos semanas, dejó el vehículo de la víctima gravemente dañado y la propia víctima resultó herida por los cristales rotos.
El abogado de Honenu, Haim Bleicher, exigió que la Policía de Israel lleve a los sospechosos, que fueron detenidos tras el ataque, ante la justicia.
“Volví a mi casa, a Beit Orot”, dijo la víctima, A., a Arutz Sheva. “Había un atasco muy grave, y vi al menos cuarenta jóvenes árabes que iban de coche en coche, buscando si [el conductor] era árabe o judío”.
“En el momento en que me identificaron, ni siquiera comprobaron si llevaba un bebé en el coche: lanzaron andanadas de cohetes y palos metálicos y cualquier otra cosa que se les ocurriera. Gracias a Dios, milagro de los milagros, me escapé de allí y de alguna manera conseguí escapar. Fue una suerte increíble. Mis hijos debían estar conmigo en el coche ese día. Todos sus asientos del coche estaban llenos de piedras y cristales. Ahora entendemos, y ya lo sabíamos, el tipo de gente con la que estamos tratando”.
El ataque ocurrió hace dos semanas, en la calle Martin Buber de Jerusalén. Los alborotadores árabes que se encontraban en el lugar de los hechos identificaron a la víctima como judía y comenzaron a cercar su vehículo. Según la carta de Bleicher a la policía, en cuestión de segundos los alborotadores comenzaron a atacar su vehículo con piedras, paletas de madera y otros objetos.
El vehículo sufrió graves daños y la propia víctima resultó herida por los cristales rotos.
“Fue un milagro que los alborotadores no consiguieran matar a mi cliente y que éste pudiera seguir conduciendo hasta su casa”, afirmó Bleicher. “En estos días, los residentes judíos de la ciudad en general, y de este barrio en particular, están sufriendo graves ataques antisemitas. Deberíamos actuar contra estos [ataques] con puño de hierro y sin concesiones.”