Después de más de un año realizando ataques aéreos sobre el norte de Israel, Hezbolá, grupo terrorista apoyado por Irán, parece estar mostrando señales de descomposición interna. Según un informe publicado el domingo por el diario independiente árabe en línea Elaph, el grupo ha sido afectado por una ola de deserciones.
Elaph ha informado que la membresía de Hezbolá se ha visto fuertemente impactada tras una serie de explosiones de bíperes que dejaron a miles de miembros heridos. Además, líderes importantes han sido eliminados en ataques aéreos israelíes, entre ellos su máximo dirigente, Sayyed Hassan Nasrallah. Actualmente, también están enfrentando una operación terrestre por parte de Israel en el sur del Líbano.
De acuerdo con las mismas fuentes, los desertores han comenzado a no responder a las convocatorias hechas por los altos mandos terroristas, y ya no se presentan en los lugares donde habían sido asignados. Algunos de estos combatientes habrían escapado hacia Siria junto a sus familias, con el objetivo de evitar confrontaciones directas con las fuerzas israelíes.
Hezbolá enfrenta deserciones ante operación israelí
En un intento por frenar el abandono masivo de sus miembros, Hezbolá ha comenzado a movilizar refuerzos hacia el sur del Líbano para hacer frente a las tropas israelíes, según indicaron fuentes al periódico árabe independiente Elaph.
De acuerdo con dichas fuentes, la salida de combatientes ha generado serios problemas en la comunicación de Hezbolá con sus operativos en el campo. El grupo terrorista ahora enfrenta dificultades para coordinar a sus hombres, y se teme que esta ola de deserciones, que actualmente se concentra en el sur del Líbano, pueda extenderse por todo el país.
La misma fuente informó que los enfrentamientos en la frontera sur, sumados a la huida de combatientes, han complicado aún más la capacidad de Hezbolá para reclutar nuevos miembros, obstaculizando su lucha en curso contra Israel.
Hezbolá lanzó ataques diarios a Israel tras masacre de Hamás
Hezbolá comenzó a atacar a Israel un día después de la masacre del 7 de octubre, llevada a cabo por Hamás en el sur del país, siendo ambos parte del “Eje de la Resistencia” apoyado por Irán.
Los ataques con cohetes no solo han afectado a soldados israelíes, sino que también han causado la muerte de varios civiles, entre ellos 12 niños drusos en Majdal Shams, y han obligado a decenas de miles de israelíes a evacuar sus hogares.
El constante fuego de cohetes y el aumento de víctimas civiles llevaron finalmente al gabinete de guerra de Israel a ampliar los objetivos de su ofensiva contra Hamás, con el fin de garantizar el retorno seguro de los residentes en el norte del país.
A pesar de la controversia que estas operaciones terrestres han generado entre los aliados occidentales de Israel y en las Naciones Unidas, las fuerzas israelíes han destruido múltiples infraestructuras de Hezbolá. Esto incluye túneles que, de acuerdo con las fuentes, habrían permitido al grupo terrorista llevar a cabo ataques similares a los del 7 de octubre en el norte de Israel.