A la luz de los disturbios en Irán contra el régimen islámico, el vicepresidente de Hamás, Salah al-Aruri elogió el sábado a Irán por su firme apoyo a la «resistencia palestina».
En una entrevista con Al-Quds TV, que está afiliada al grupo terrorista, Aruri dijo que la relación política entre Hamás e Irán estaba influenciada por los acontecimientos en las revoluciones de la Primavera Árabe, pero «el apoyo iraní a la resistencia no se detuvo incluso cuando los lazos diplomáticos fueron cortados. Esto atestigua la seriedad de Irán en la lucha contra Israel», agregó.
Aruri subrayó que «la asistencia iraní es sustancial para la continuación de la resistencia contra Israel en Líbano y Gaza». Afirmó que «Hamás está interesado en la reconciliación con la Autoridad Palestina (AP), pero su intención es una reconciliación que no contradiga los principios básicos y no implica concesiones a Israel, como el desarme de las milicias armadas».
Acusó a Estados Unidos de ser responsable del fracaso de las iniciativas de reconciliación previas con la Autoridad Palestina e instó al Comité Central de Fatah a discutir las implicaciones del reconocimiento estadounidense de Jerusalén como la capital de Israel, cancelar los Acuerdos de Oslo y poner fin a la coordinación de seguridad con Israel.
Hace varios meses, Aruri declaró que Hamás e Irán acordaron dejar de lado sus diferencias pasadas. Habló en Teherán, donde dirigió una delegación de alto rango de Hamás.
«Hemos venido (a Irán) a demostrar que las diferencias son ahora historia. Hemos llegado a un gran acuerdo para no permitir que las diferencias dejen un impacto negativo en nuestras relaciones bilaterales en un intento por permitirnos dejar atrás obstáculos», dijo Aruri.
La desconexión entre Irán y Hamás comenzó cuando Hamás se negó a apoyar al presidente sirio, Bashar Al-Assad, un aliado cercano de Irán, en el levantamiento en su contra. Según informes, un Irán iracundo dejó de suministrar armas al grupo terrorista.
El verano pasado, sin embargo, el líder de Hamás Ismail Haniyeh agradeció a Irán por su apoyo «ilimitado» a las Brigadas Al-Qassam y su contribución al desarrollo de las capacidades militares de Hamás, una indicación de que la ruptura había terminado.