Un día después de que Australia designara a Hezbolá como organización terrorista, Hamás condenó la medida, diciendo que consideraba “la decisión como una rendición a la voluntad del sionismo y una respuesta a la presión de la entidad enemiga”.
El miércoles, Australia se unió a otros 16 países que han declarado ilegal a Hezbolá en los últimos dos años. La designación abarca al grupo terrorista chiíta respaldado por Irán en su totalidad, ampliando la prohibición impuesta a su ala militar en 2003.
Según la ministra australiana del Interior, Karen Andrews, cualquier afiliación a Hezbolá o la aportación de fondos a la misma será ilegal y se castigará con hasta 25 años de prisión.
El grupo terrorista, que prácticamente controla Líbano, ha sido designado como organización terrorista por Israel, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Austria, Argentina, Colombia, República Checa, Estonia, Guatemala, Honduras, Japón, Kosovo, Lituania, Países Bajos, Paraguay, Serbia, Suiza y Venezuela, entre otros.
La Embajada de Israel en Canberra se congratuló de la decisión, afirmando que “no hay división entre las alas política y militar de la organización terrorista Hezbolá, y este reconocimiento es esencial para combatir la amenaza duradera del terrorismo”.