El Canal 13 informó que funcionarios de Hamás dijeron al periódico libanés al-Akhbar el sábado que se habían celebrado conversaciones con negociadores egipcios y qataríes en los últimos días para vigilar la difícil situación económica de Gaza a la luz de la crisis del coronavirus. Afirmaron que si la situación económica se deterioraba, “la situación con Israel llegará al punto en que las organizaciones terroristas en Gaza obligarán a la mitad del público israelí a refugiarse [de las bombas]”.
Según dicen, esto duplicará el número de israelíes infectados con el COVID-19, e Israel perderá el control del virus. Además, los funcionarios de Hamás advirtieron que la tranquilidad en Gaza podría [terminar] si hay un retraso en el envío de dinero qatarí o si la ayuda adicional para el tratamiento del virus no llega a Gaza. También afirmaron que Qatar había informado a Hamás de que no se habían producido cambios en su promesa de proporcionar ayuda financiera y que Israel estaba interesado en mantener la calma en la frontera.
Qatar, por su parte, sigue decidiendo cómo enviar ayuda monetaria adicional a Gaza a la luz del cese de los vuelos internacionales. Entre los métodos propuestos está la posibilidad de que el dinero se transfiera por correo sin necesidad de que el enviado de Qatar, Mohammed al-Amadi o su adjunto ponga un pie en Gaza, y que los funcionarios de la Comisión de Reconstrucción de Gaza de Qatar reciban el paquete y lo distribuyan. Además, las fuentes dijeron que Hamás exigió que los mediadores presionaran a Israel para que entregara el equipo médico necesario para combatir el virus cuando llegara a Gaza.
En comparación con las docenas de casos de coronavirus en Judea y Samaria, hasta ahora no se ha informado de ningún caso de la enfermedad en Gaza. Unos 60 habitantes de Gaza han identificado hasta ahora síntomas sospechosos. Todos fueron puestos inmediatamente en cuarentena en una instalación especial en Rafah, pero ninguno ha dado positivo para el virus. El jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, inspeccionó las medidas de cuarentena en la ciudad.
Sin embargo, las medidas preventivas no se están llevando a cabo en Gaza como en el resto del mundo. Se ha establecido una fábrica especial para la producción de alcohol con la afirmación de que los residentes locales tendrán un excedente de desinfectantes cuando llegue el virus, y todos los institutos de enseñanza superior y las mezquitas han sido clausurados por el Ministerio de Salud, a diferencia de lo que ocurre en Israel, donde las tiendas, los mercados y los bancos permanecen abiertos al público, con miles de clientes que compran productos diariamente.