Autoridades israelíes han evaluado que el grupo terrorista Hamás está acumulando entre 8 y 12 millones de dólares mensuales mediante donativos en línea, a menudo disfrazados bajo el velo de organizaciones caritativas que pretenden asistir a los civiles en Gaza.
Funcionarios de la Oficina Nacional de Israel para la Lucha contra la Financiación del Terrorismo han indicado que esto representa un significativo aumento en la recaudación en línea del grupo, en comparación con los niveles previos a su mortífero ataque del 7 de octubre contra Israel. Estas declaraciones fueron hechas manteniendo el anonimato debido a la naturaleza delicada de su labor.
Desde Washington, se comparte la perspectiva de que Hamás está beneficiándose de manera considerable de los sitios de donaciones en línea, y Estados Unidos se ha comprometido a colaborar con Israel para terminar con esta situación, según palabras de un alto funcionario estadounidense.
Los expertos subrayan la dificultad de rastrear y cuantificar con precisión la recaudación de fondos de Hamás, dada la habilidad de la organización para evadir sanciones financieras y otras medidas destinadas a limitar su acceso a recursos monetarios.
Aumento de las donaciones para Hamás desde el 7 de octubre
Matthew Levitt, investigador del Washington Institute for Near East Policy y ex empleado del Departamento del Tesoro de EE. UU., señala que las recientes hostilidades en Gaza han desencadenado un notable incremento en las donaciones legítimas e ilegítimas a los palestinos. Levitt destaca el uso de organizaciones caritativas previamente identificadas por Estados Unidos, algunas con nombres renovados y otras completamente nuevas, para canalizar estos fondos.
Ismail Haniyeh, líder del buró político del grupo terrorista Hamás, ha hecho públicos llamamientos a donaciones monetarias para su lucha contra Israel, describiéndolo como una forma de “yihad financiera”, subrayando la importancia de este apoyo más allá del ámbito puramente humanitario.
Esfuerzos internacionales para frenar la recaudación de fondos de Hamás
Israel ha intensificado sus esfuerzos, en colaboración con aliados, para contrarrestar la financiación de Hamás. Esto incluye la formación de un grupo de trabajo internacional con 16 países, como Alemania, Países Bajos, Reino Unido y Canadá, enfocado en monitorear las actividades financieras del grupo.
El gobierno israelí mantiene actualizada una lista de campañas de crowdfunding vinculadas a Hamás, instando a otros países a tomar medidas enérgicas contra estas iniciativas. Adicionalmente, Estados Unidos ha impuesto sanciones financieras adicionales contra Hamás desde el 7 de octubre y ha presionado a países del Golfo Árabe y a otros, incluyendo Turquía, para que adopten medidas similares.
Antes de la guerra, las donaciones a organizaciones caritativas se canalizaban a Hamás de diversas formas, incluyendo convoyes de ayuda y el método conocido como TBTF (Trade-Based Terror Funding), donde empresarios locales en Gaza transfieren fondos a Hamás a cambio de bienes, según funcionarios israelíes.
Los funcionarios describen su tarea de discernir entre organizaciones benéficas legítimas y aquellas que apoyan clandestinamente a Hamás como un desafiante juego del gato y el ratón. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea clasifican a Hamás como un grupo terrorista, lo que hace ilegal en esos territorios proveer fondos al grupo.
Para sortear estas restricciones, Hamás ha recurrido a recaudar fondos a través de organizaciones en países no directamente vinculados al grupo, según informan funcionarios israelíes y estadounidenses.
Estrategia de Israel para erradicar a Hamás
Israel ha prometido exterminar a Hamás luego de que los terroristas de este grupo atacaran comunidades en el sur de Israel desde Gaza, masacrando a aproximadamente 1.200 personas. Según el grupo terrorista Hamás, las represalias de Israel han provocado más de 25.000 muertos.
Hamás no permite la verificación de las cifras, y en ellas no hace distinción entre los miles de terroristas muertos en combate, ni los miles de gazatíes muertos por los miles de cohetes fallidos que caen dentro de la Franja, mismo que, al ser lanzados desde zonas civiles, al fallar causan varias muertes de gazatíes.
Gran parte de Gaza ha quedado en ruinas por la práctica de Hamás de instalarse en zonas residenciales civiles, lo cual ha intensificado la tensión global y ha generado un creciente apoyo hacia los gazatíes, especialmente desde comunidades árabes y musulmanas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha expresado que la guerra podría extenderse por varios meses más, indicando la persistencia del enfrentamiento.
Después de que Hamás se hiciera con el control de Gaza en 2007, Israel implementó severas sanciones. Sin embargo, en la última década, suavizó estas medidas, permitiendo mayor entrada de bienes y fondos, bajo la creencia de que Hamás estaba disuadiendo sus acciones en contra de Israel y enfocándose más en fortalecer la economía local.
El complicado entorno financiero de Hamás: fuentes y limitaciones
Durante los últimos cinco años, Hamás ha financiado sus actividades con aproximadamente 30 millones de dólares mensuales procedentes de Qatar, sumados a contribuciones de la Autoridad Palestina en Cisjordania, todo ello con el visto bueno de Israel. Estos recursos complementan los limitados ingresos fiscales locales de Gaza.
Los servicios de inteligencia de Israel sostienen que Irán contribuye significativamente al soporte militar de Hamás, con más de 100 millones de dólares anuales. Este apoyo financiero se suma a las inversiones de Hamás en varios países y a las donaciones recibidas.
Aunque Irán nunca ha confirmado el alcance de su apoyo financiero a Hamás, ha mostrado abiertamente su respaldo al grupo. Líderes de Hamás han reconocido que Irán les provee fondos debido a su postura en contra de Israel.
Pese al incremento en las donaciones, Hamás enfrenta dificultades para utilizar estos fondos en el contexto actual de guerra, que ha complicado el transporte de bienes y equipos hacia Gaza. Según Levitt, es probable que Hamás reserve estos recursos para uso futuro, incluso en el caso de perder su posición dominante en Gaza. Levitt enfatiza: “Es probable que Hamás no pueda transferir todo ese dinero de inmediato, ni tenga capacidad para absorberlo todo de inmediato”.
Las autoridades israelíes estiman que Hamás está acumulando entre 8 y 12 millones de dólares mensuales. Esta recaudación proviene principalmente de donativos en línea, a menudo disfrazados como ayudas de organizaciones caritativas destinadas a los civiles en Gaza.
La recaudación en línea de Hamás ha experimentado un significativo aumento, especialmente tras su ataque del 7 de octubre contra Israel. Este cambio representa un crecimiento notable en comparación con los niveles previos al ataque, según funcionarios de la Oficina Nacional de Israel.
Los expertos enfrentan grandes desafíos para rastrear y cuantificar con precisión los fondos recaudados por Hamás. La habilidad de la organización para evadir sanciones financieras y otras medidas restrictivas complica enormemente este proceso.
Ismail Haniyeh, líder de Hamás, ha instado a realizar donaciones monetarias describiéndolas como “yihad financiera”. Esto resalta la importancia del apoyo económico en su lucha contra Israel, más allá de la asistencia humanitaria.
Israel, en colaboración con aliados, ha intensificado esfuerzos para contrarrestar la financiación de Hamás. Esto incluye la formación de un grupo de trabajo internacional con 16 países enfocado en monitorear las actividades financieras del grupo y la actualización de una lista de campañas de crowdfunding vinculadas a Hamás.