En una reciente revelación, se informó de que Hezbolá comunicó a Irán, su principal patrocinador, su decisión de afrontar un conflicto contra Israel de forma independiente, evitando implicar a Teherán.
Esta declaración se produce tras una serie de reuniones entre el jefe de la Fuerza Quds de Irán, Esmail Qaani, y el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en Beirut. Durante estos encuentros, discutieron las posibles consecuencias de un ataque israelí a gran escala contra el grupo islamista chií.
Según siete fuentes citadas por el informe, estas conversaciones se centraron en la posible respuesta de Irán a una escalada israelí significativa en Líbano. Tres de estas fuentes, próximas al círculo interno de poder en Irán, destacaron la preocupación por una mayor intervención iraní desde el inicio de los ataques de Hamás el 7 de octubre contra Israel, que desencadenaron una guerra en Gaza.
Nasralá, en su comunicación con Qaani, afirmó la independencia de Hezbolá en este conflicto, asegurando que el grupo lucharía solo. “Ésta es nuestra lucha”, declaró Nasralá, subrayando su deseo de no arrastrar a Irán a un enfrentamiento con Israel o Estados Unidos.
Israel, por su parte, ha mantenido una postura firme, advirtiendo que no tolerará la presencia de Hezbolá en su frontera septentrional y que está preparado para una ofensiva si fracasan los esfuerzos diplomáticos. Desde el 8 de octubre, Hezbolá ha incrementado sus ataques contra comunidades y posiciones militares israelíes en apoyo de Gaza, matando a civiles y soldados israelíes.
Además, se ha informado de ataques desde Siria, aunque sin víctimas. Hezbolá ha informado de la pérdida de 244 de sus miembros, principalmente en Líbano y algunos en Siria, junto con bajas de otros grupos terroristas, un soldado libanés y civiles, entre ellos periodistas.