El grupo terrorista libanés Hezbolá condenó el martes el anuncio de Estados Unidos de que ya no considera necesariamente ilegales los poblados israelíes en Judea y Samaria.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció el lunes que Estados Unidos estaba suavizando su posición sobre los poblados israelíes en Judea y Samaria, y repudiando una opinión legal del Departamento de Estado de 1978 que sostenía que eran “inconsistentes con el derecho internacional”.
Hezbolá, en un comunicado emitido por su cadena de televisión Al-Manar, dijo: “Esta posición es inválida e ilegal y viola las convenciones y costumbres internacionales que los Estados Unidos dicen falsamente que respetan”.
“Hezbolá ve la declaración y las medidas hostiles previas de Estados Unidos en el contexto de los continuos intentos de Washington de liquidar el problema palestino”, dijo Hezbolá.
“Esta medida no cambiará la realidad de que la entidad israelí es un ocupante, y toda ocupación está destinada a terminar”, añadió.
Hezbolá, dirigido por Hassan Nasrallah, es un grupo terrorista chiíta apoyado por Irán que regularmente amenaza con lanzar miles de cohetes contra ciudades y comunidades israelíes, como lo hizo durante la Segunda Guerra del Líbano con el Estado judío en 2006.
La decisión de Estados Unidos enfureció a los palestinos y fue reprendida por muchos otros países, así como por las Naciones Unidas.
“Después de estudiar cuidadosamente todos los aspectos del debate legal”, dijo Pompeo a los periodistas, Estados Unidos había concluido que “el establecimiento de poblados civiles israelíes en Judea y Samaria no es, per se, incompatible con el derecho internacional”.
“Llamar al establecimiento de asentamientos civiles incompatibles con el derecho internacional no ha funcionado. No ha hecho avanzar la causa de la paz”, dijo Pompeo.
Aunque la decisión de los Estados Unidos fue en gran medida simbólica, algunos la consideraron un posible objetivo de dar un impulso al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, que está luchando por su supervivencia política después de no haber podido formar un gobierno de coalición tras las recientes elecciones.
La comunidad internacional considera de manera abrumadora que los poblados israelíes en Judea y Samaria son ilegales. Esto se basa en parte en el Cuarto Convenio de Ginebra, que impide que una potencia ocupante transfiera parte de su propia población civil al territorio ocupado. Israel rechaza la posición de que los territorios están “ocupados”, sosteniendo que fueron capturados de Jordania en una guerra defensiva.
Israel liberó Judea y Samaria, incluyendo el Valle del Jordán, en la Guerra de los Seis Días de 1967 después de 19 años de dominio jordano, y más tarde comenzó a poblar el territorio.