El vicesecretario general de Hezbolá, Naim Qassem, subrayó que Hezbolá tiene la intención de “permanecer en estado de defensa”, pero haría que Israel “viera las estrellas” si ataca al grupo terrorista libanés, en una entrevista concedida a Al-Mayadeenon el miércoles por la noche.
“Hezbolá declara claramente que no tiene intención de iniciar una guerra”, dijo Qassem.
“Israel debe entender que el escenario no está abierto para él, y hoy la batalla será dentro de la entidad israelí”, añadió Qassem.
Refiriéndose a un terrorista de Hezbolá que murió en un supuesto ataque aéreo israelí en Damasco el pasado mes de julio, Qassem advirtió que “cuando atacaron a un hermano nuestro en Siria, decidimos que responderíamos a este ataque, y la [decisión de] responder sigue en pie”, según Al-Mayadeen.
En una visita a la 91ª División de las FDI, situada en el norte de Israel, la semana pasada, el ministro de Defensa y primer ministro suplente, Benny Gantz, advirtió que “si las amenazas de Nasrallah y Hezbolá se convierten en acciones, el resultado será doloroso para Hezbolá y sus líderes. Y desgraciadamente para el pueblo libanés, que está siendo utilizado como escudo humano por Nasrallah, que esconde armas y misiles debajo de sus casas”.
La frontera norte de Israel ha estado tensa desde el incidente, en medio de las continuas amenazas de Hezbolá de llevar a cabo un ataque de venganza contra Israel en respuesta a la muerte.
En cuanto a la explosión en el puerto de Beirut, Qassem declaró que la investigación está en curso y trata de determinar si el incidente fue causado por un acto de sabotaje, errores o un ataque israelí.
Qassem añadió que las investigaciones llevadas a cabo por Estados Unidos, Francia y Alemania que se filtraron determinaron que se habían cometido “errores, no un acto criminal intencionado”. El funcionario de Hezbolá exigió que se revelen las investigaciones para que las familias puedan recibir indemnizaciones de las compañías de seguros y subrayó que no es tarea de Hezbolá anunciar los resultados de la investigación, sino del poder judicial y de las autoridades competentes.
Qassem añadió que “hay un grupo de políticos libaneses cuyo principal trabajo es vincular cualquier incidente directamente con Hezbolá para desacreditarlo”, según Al-Mayadeen.
El funcionario de Hezbolá también rechazó los llamamientos a la neutralidad y al desarme de Hezbolá, afirmando que se trata de una “directiva estadounidense” y que “la internacionalización es un error, la neutralidad no es viable, y el tema de socavar las armas de la resistencia es un debilitamiento del Líbano”.
La enorme explosión en un distrito de almacenes portuarios cerca del centro de Beirut mató a docenas de personas, hirió a más de 4.000 y envió ondas de choque a toda la capital libanesa en agosto, rompiendo ventanas y provocando el derrumbe de algunos edificios.
Funcionarios israelíes han señalado a Hezbolá, subrayando que llevan años advirtiendo de que Hezbolá ha estado almacenando armas en el puerto, pero Hezbolá ha negado cualquier relación con el incidente, y el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha declarado que “sabemos más del puerto de Haifa que del puerto de Beirut”.