El asesinato del ingeniero palestino Fadi al-Batsh en Malasia el 21 de abril fue parte de una campaña más amplia del Mossad contra los esfuerzos de Hamás para enviar expertos para entrenamiento técnico y adquisiciones de armas en el exterior, informó el New York Times el miércoles por la noche.
El informe se basa en varios funcionarios de inteligencia no identificados de Oriente Medio que dijeron que la operación de amplio alcance del Mossad contra los esfuerzos de Hamás en el extranjero, fue ordenada por el jefe de la agencia, Yossi Cohen.
No hubo confirmación oficial del informe del Times, que no citaba fuentes israelíes.
Los oficiales de inteligencia dijeron que Batsh, un experto en drones y sobrino del jefe de la policía de Gaza, Tayseer al-Batsh, viajó a Malasia para «investigar y adquirir sistemas de armas y drones para Hamás», informó el Times.
Israel tiene una política de larga data de no comentar las afirmaciones sobre las operaciones del Mossad. No ha habido ninguna declaración oficial sobre el asesinato de Batsh por parte de funcionarios israelíes, con la excepción del ministro de Defensa, Avigdor Liberman, que insinúa que pudo haber sido víctima de una disputa entre palestinos.
Según el Times, sin embargo, el momento del asesinato no fue accidental. El golpe ocurrió en un día en el que Batsh tenía previsto viajar a Estambul, presuntamente para una conferencia académica. Pero un oficial de inteligencia le dijo al Times que Batsh se iba a reunir con un funcionario de Hamás en la ciudad, que según el informe sirve como el centro de la organización terrorista para los programas internacionales de capacitación.
Los funcionarios que hablaron con el Times dijeron que Batsh también estaba muy involucrado en el contrabando de sistemas de armas a Hamás, lo que ayudó a facilitar la venta a Gaza de tecnología norcoreana utilizada en municiones guiadas.
Hamás ha buscado durante años formas más efectivas de continuar su lucha contra Israel, pero la destreza tecnológica de Israel generalmente ha obstaculizado estos esfuerzos. Los cohetes de corto alcance de Hamás, que durante mucho tiempo aterrorizaron a las ciudades en el sur de Israel, fueron neutralizados en su mayoría con el desarrollo del sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro. El proyecto de túneles de la organización, que buscaba permitir que enviara combatientes a lo más profundo del territorio israelí, fue neutralizado en su mayoría por otras nuevas tecnologías israelíes para detectar y demoler los túneles.
Ahora, según el Times, el Mossad de Israel está preocupado de que Hamás pueda estar dirigiendo sus energías hacia el desarrollo de vehículos de asalto no tripulados, un arma mucho más potente que los cohetes.