Los judíos y los partidarios de la lucha contra el terrorismo reaccionaron con conmoción tras conocer que Interpol retiró discretamente el viernes la orden de detención internacional contra una terrorista palestina implicada en el atentado contra la pizzería Sbarro de Jerusalén, en el que murieron 15 personas.
Ahlam Tamimi, responsable del mortífero atentado de 2001, ya había cumplido condena en una prisión israelí tras ser declarada culpable y condenada a múltiples cadenas perpetuas. Sin embargo, en 2011 fue puesta en libertad como parte del acuerdo para liberar a Gilad Shalit, y desde entonces reside en Jordania.
Tamimi sigue siendo buscada en Estados Unidos para ser juzgada por la muerte del ciudadano estadounidense de 15 años Malki Roth, una de las víctimas del ataque terrorista de Sbarro. Jordania se ha negado a extraditarla.
El padre de Roth, Arnold Roth, escribiendo en su blog “Esta guerra continua” tras enterarse de la decisión de la Interpol a través de medios de comunicación en lengua árabe, declaró que la Interpol “ha sucumbido a la presión de la familia, los abogados y el clan de la fugitiva en Jordania y ha cancelado la notificación roja que funcionaba hasta ahora para animar a los gobiernos miembros a detenerla si entraba en su jurisdicción”.
“Mi esposa y yo no cejaremos en nuestros esfuerzos para que esta repugnante persona -la encarnación del fanatismo asesino- sea llevada finalmente ante la justicia para que responda por sus crímenes”, añadió.
Aunque la Interpol la ha retirado, el FBI sigue manteniendo a Tamimi en su lista de terroristas más buscados.