OSLO, Noruega – Un tribunal noruego aprobó el viernes una solicitud de extradición de Francia para un sospechoso vinculado a un ataque terrorista en un barrio judío de París en 1982 que mató a seis personas.
La decisión del viernes, que puede ser apelada, solo se refiere a si se cumplen los fundamentos legales para una extradición. Una vez que el proceso judicial se complete, la decisión de extraditar o no a Walid Abdulrahman Abu Zayed dependerá en última instancia del ministerio de justicia de Noruega, o del gobierno.
Seis personas murieron cuando un grupo de hombres arrojó una granada al restaurante Jo Goldenberg y abrieron fuego, lo que desencadenó décadas de disputas legales y frustración para las familias de las víctimas.
Se culpó del ataque a la Organización Abu Nidal, parte del partido palestino Fatah que gobierna la Autoridad Palestina.
Francia ha pasado años persiguiendo a Abu Zayed, uno de los cuatro sospechosos con órdenes de arresto internacionales en su contra, creyendo que es uno de los perpetradores.
Abu Zayed vive en Noruega desde 1991 y tiene la ciudadanía noruega, y el país ha tenido una política de no extraditar a sus nacionales.
Pero un acuerdo recientemente implementado entre Noruega, Islandia y la UE ha allanado las dificultades y preparado el camino para la extradición.
“Me opongo a la extradición porque no tengo nada que ver con el ataque”, dijo Abu Zayed al tribunal de Oslo donde llegó bajo escolta policial.
Insistió en que estaba en Montecarlo en el momento del ataque.
Su abogado, Ole-Martin Meland, dijo que la solicitud de extradición francesa era “extremadamente endeble”.
Argumentó que no se habían cumplido las condiciones, entre ellas la ausencia de acuerdos de extradición recíprocos, la prescripción de Noruega y el mal estado de salud del sospechoso.
“No podemos deportar a un ciudadano noruego solo sobre la base de alegaciones poco claras”, dijo el abogado.
Al argumentar que se habían cumplido las condiciones legales, la fiscal Anne Karoline Bakken Staff destacó una posible opción para que cumpliera una condena en Noruega.
“No me gusta Francia”, dijo el sospechoso. “No quiero ser encarcelado en Francia”.
Las familias de las víctimas del atentado, que llevan casi cuatro décadas reclamando un juicio, han puesto sus esperanzas en su extradición.
“Es simbólicamente muy importante”, dijo David Pere, abogado de la Asociación Francesa de Víctimas del Terrorismo.
“Espero que sea extraditado”, dijo el abogado de las familias de las víctimas, Romain Boulet. “Estamos muy ansiosos por escuchar las explicaciones de este hombre”.
Además de Abu Zayed, Francia ya ha emitido órdenes de arresto internacionales para dos sospechosos en Jordania y otro en Judea y Samaria bajo control de la Autoridad Palestina.
Jordania se ha negado repetidamente a extraditar a los dos sospechosos.
El asunto es tanto más explosivo cuanto que los medios de comunicación han informado de un acuerdo secreto entre los servicios de inteligencia franceses y la Organización Abu Nidal, en virtud del cual los miembros de esta última no serían detenidos si se abstuvieran de cometer nuevos atentados en territorio francés.