Hezbolá intensifica la tensión en el norte, lanzando tres misiles antitanque en la frontera Israel–Líbano, provocando la muerte de un civil y respuesta militar de las FDI.
La organización terrorista Hezbolá ejecutó un ataque con tres misiles guiados antitanque. Este asalto coordinado, se dirigió contra una localidad civil y posiciones del ejército israelí, dando como resultado el asesinato de al menos un civil.
Esta ofensiva, parte de una serie de hostilidades recientes en la región limítrofe con Líbano, ha avivado la preocupación de un potencial segundo frente bélico, paralelo a los continuos enfrentamientos que Israel sostiene contra operativos terroristas en la Franja de Gaza.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han iniciado represalias mediante fuego de artillería, apuntando a las ubicaciones desde donde Hezbolá lanzó los proyectiles. Adicionalmente, se está llevando a cabo una serie de ataques contra infraestructuras utilizadas por el grupo terrorista.
Como medida de precaución, las FDI han impuesto restricciones de movimiento en un perímetro de hasta cuatro kilómetros desde la frontera con Líbano, instando a los civiles a mantenerse fuera de dicho sector por razones de seguridad. Este mandato busca prevenir bajas adicionales ante la posibilidad de más ataques.
La primera descarga de misiles tuvo como blanco una obra en construcción en Shtula, causando una víctima mortal y heridas a otros tres civiles. El servicio de emergencias Magen David Adom confirmó la tragedia, trasladando a los heridos al Centro Médico Galilea en Nahariya para su inmediata atención.
En un patrón de ataques sucesivos, Hezbolá disparó un segundo y tercer misil, enfocándose en instalaciones militares y unidades de las FDI operando en la zona fronteriza. El grupo terrorista ha declarado que estos ataques son una respuesta directa a acciones militares previas de Israel en territorio libanés.
Específicamente, el tercer misil tenía como objetivo un tanque de las FDI, según afirmaciones de Hezbolá. Aunque el ejército no ha proporcionado aún detalles sobre posibles bajas militares, han enfatizado la necesidad de aislamiento de la zona conflictiva, restringiendo el acceso público.
Los protocolos de emergencia también han sido activados para comunidades cercanas, a quienes se les ha instruido permanecer en proximidad a refugios antiaéreos. Adicionalmente, se ha emitido una advertencia sobre posibles interrupciones en los servicios de GPS cerca de las fronteras, lo que podría influir en sistemas de navegación civiles.
Este desarrollo subraya la creciente tensión en la región, recalcando la importancia de la vigilancia y la respuesta estratégica para garantizar la seguridad en medio de la amenaza constante de organizaciones terroristas como Hezbolá.
Israel ha entrado en una serie de confrontaciones bélicas con Hezbolá y sus facciones palestinas afiliadas en territorio libanés. A pesar de que estos enfrentamientos han sido hasta ahora restringidos, han ocasionado la muerte de cuatro soldados israelíes, así como en la eliminación de cuatro miembros terroristas de Hezbolá y cinco terroristas palestinos.
Hezbolá ha intensificado sus agresiones, empleando misiles antitanque, cohetes y morteros contra las fuerzas militares israelíes. Paralelamente, grupos terroristas palestinos, incluyendo Hamás y la Yihad Islámica, han perpetrado ataques mediante el lanzamiento de cohetes y la infiltración de militantes armados en territorio israelí.
Ante la creciente inseguridad, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han incrementado sus efectivos en el norte del país, preparándose para una posible expansión del conflicto por parte de Hezbolá, organización terrorista con sede en Líbano. Esta movilización responde al brutal asalto iniciado por Hamás desde la Franja de Gaza, que marcó un punto de inflexión en la situación de seguridad.
El estallido del conflicto se produjo a raíz de la atroz ofensiva de Hamás el 7 de octubre. En un acto sin precedentes, aproximadamente 1.500 terroristas invadieron Israel desde la Franja de Gaza, asesinando a más de 1.300 personas y tomando entre 150 y 200 rehenes. Este asalto, caracterizado por su extrema violencia, ha sido descrito por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como “la peor masacre del pueblo judío desde el Holocausto”.
Recientemente, las FDI procedieron a declarar como zona militar cerrada sectores específicos de Metula, instando a la evacuación de sus habitantes debido al incremento de las hostilidades. En este contexto de alta tensión, Hezbolá anunció su completa disposición para coordinar esfuerzos con Hamás en la lucha contra Israel.
En una escalada retórica, Irán ha insinuado su posible participación en un enfrentamiento más generalizado. En respuesta, Estados Unidos ha desplegado un segundo grupo naval, liderado por el USS Dwight D. Eisenhower, al Mediterráneo oriental. Según el secretario de Defensa, Lloyd Austin, esta maniobra busca prevenir acciones beligerantes contra Israel y limitar la expansión del conflicto iniciado por Hamás.
Israel, por su parte, ha respondido a las agresiones de Hamás con ataques decisivos contra objetivos estratégicos en la Franja de Gaza, enfocándose en desmantelar la infraestructura terrorista. Durante estos operativos, se reportó la muerte de alrededor de 2.200 personas, según fuentes del Ministerio de Salud controlado por Hamás. Además, las FDI confirmaron la neutralización de cerca de 1.500 terroristas en suelo israelí.