Tres fragmentos de vidrio descubiertos en el castillo de Caerlaverock, en Escocia, a finales de los años noventa, han desencadenado la creación de un proyecto comunitario denominado Conexiones Eternas, que fomenta el debate y el aprendizaje en torno a las comunidades musulmanas de Escocia.
“Descubrir vidrio islámico del siglo XIII en un castillo escocés es un hallazgo absolutamente asombroso. El vidrio no era de uso común en esa época. Se utilizaba para las vidrieras de monasterios, catedrales y algunas iglesias y capillas más pequeñas”, explicó Stefan Sagrott, arqueólogo y asesor principal de recursos culturales de Historic Environment Scotland (HES). “Es muy raro que se utilice para vidrios de ventanas en castillos y casas-torre en esta época; esto ocurrió un par de cientos de años después”.
El vidrio es el primer hallazgo arqueológico de este tipo y se cree, según el HES, que el recipiente original del que formaba parte habría sido fabricado en Siria, Irak o Egipto en los siglos XII o XIII. Los fragmentos llevan inscrita una palabra árabe que probablemente sea uno de los 99 nombres de Alá.
La artista plástica Alice Martin investigó la cristalería islámica medieval contemporánea, en estrecha colaboración con expertos del HES. Analizaron los fragmentos de vidrio y utilizaron técnicas de vanguardia para producir modelos en 3D y obtener un conocimiento sólido de la forma de la pieza original, que parece haber sido un pequeño vaso para beber.
“Tampoco hay muchas vasijas u objetos hechos de vidrio, y si la gente los tenía, no suelen sobrevivir hoy en día”, explicó Sagrott. “El vidrio se degrada rápidamente cuando está en un suelo ácido, que se encuentra mucho en Escocia. Así que siempre vamos a perder pruebas de ello”.
El proyecto Conexiones Eternas
“El propósito del proyecto Conexiones Eternas ha sido el de involucrar a un público amplio para celebrar nuestro patrimonio cultural compartido; el uso de técnicas científicas y digitales avanzadas lo hizo posible”, dijo la Dra. Lyn Wilson, Jefa del Programa de Investigación y Cambio Climático del HES.
El proyecto Conexiones Eternas trabajó con grupos locales como los Scouts Musulmanes de Edimburgo y el Centro de Recursos para Mujeres Musulmanas de Glasgow para organizar talleres centrados en la historia de los fragmentos de vidrio. En concreto, los talleres se centraron en la forma del vaso original y su diseño, así como en la arqueología y la tecnología utilizadas en el análisis de los fragmentos.
Aisha Qadar, jefa de la sección de lobatos del 8º Braid Salaam Scouts de Edimburgo, comentó: “El proyecto Conexiones Eternas fue una experiencia que valió la pena. Nuestros Lobatos, Scouts y Venture Scouts disfrutaron mucho aprendiendo sobre la conexión entre la herencia escocesa y su identidad islámica. El hecho de que haya una conexión que se remonta a 800 años atrás aquí en Escocia nos da un verdadero sentido de pertenencia”.
Según Vicky Mohieddeen, que dirigió los talleres de Conexiones Eternas en el Centro de Recursos para Mujeres Musulmanas, muchas de las mujeres que participan en Conexiones Eternas y que ayudaron a HES en su investigación no pueden trabajar ni participar en general en la sociedad británica debido al sistema de asilo del Reino Unido. Por eso, darles la oportunidad de hacer una contribución significativa a una iniciativa cultural e histórica ha tenido un impacto significativo.