Un cuenco romano que data del periodo romano entre el 43 y el 410 d.C. fue excavado en el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, donde los investigadores descubrieron que los pesticidas pueden acelerar la corrosión del cuenco.
La corrosión es “el deterioro de un material como resultado de su interacción con el entorno”, según describe ScienceDirect.
El estudio, revisado por expertos, se publicó el jueves en la revista Scientific Reports, donde los investigadores observaron que tanto el interior como el exterior del cuenco “presentaban zonas de deterioro con corrosión de color verde y marrón”.
El descubrimiento del antiguo cuenco romano se produjo en realidad casi seis años antes de la publicación del estudio por un detector de metales a una profundidad de 40 cm en suelo arcilloso con inclusiones de tiza.
¿Cuáles fueron los resultados de este estudio?
Los investigadores concluyeron que la corrosión acelerada es una amenaza para la conservación de los objetos metálicos arqueológicos en el suelo.
Identificaron clorobencenos en la corrosión verde, que son “contaminantes del suelo en zonas rurales por el uso de pesticidas”. Sin embargo, los clorobencenos ya no se utilizan en el Reino Unido.
En la corrosión de color marrón, los investigadores encontraron un compuesto moderno que se sigue utilizando en los repelentes de insectos conocido como dietiltoluamida (o DEET).